Voto 2018

El padre de Meade sale a buscar respaldos de priistas históricos para asegurar voto estructural

Ya confecciona una lista de figuras de peso y arma estrategia para alinearlos.

Mientras José Antonio Meade concentra la atención reuniéndose con gobernadores, diputados y senadores, su padre Dionisio se entrega a una labor menos vistosa pero igual de contundente: buscar a figuras clásicas del PRI para asegurar la unidad del tricolor y evitar rupturas en el voto estructural, el de la base pura del Partido.

Táctico, en la noche del lunes Dionisio Meade arrojaba al aire la sentencia de que con la elección de su hijo "mucha gente importante se está quedando afuera". Su función será mantenerlos adentro. Para esto el discurso no tiene tanto que ver con promesas o despliegue territorial, o estrategia de campaña. La clave para por transmitir que si el flamante candidato triunfa, los que apoyen tendrán aval de Los Pinos a futuro para nuevas posiciones o los favores de siempre.

Pero este giro tal vez no sea de lo más asertivo y acaso es lo que mejor refleja la época en la cual Meade padre fue gravitante: hoy por hoy destape no implica sucesión, de hecho el PRI va hacia una elección muy dura. El crédito político a futuro con el que se jugaba décadas atrás ya es algo añejo.

Por eso cerca de Meade creen que el mecanismo de presión en realidad debe ser el más contundente de todos: decir que con AMLO mucha gente puede ir presa y que el itamita es la garantía de que no haya una persecución política y que para eso se requiere unidad.

A estas tribulaciones se suma que el clima interno del tricolor es muy similar al de 1994 cuando Luis Donaldo Colosio fue ungido candidato. Existía una tensión enorme con el elegido de Carlos Salinas de Gortari y que impactaba en la base partidaria.

Con ese panorama, Meade realizó todo el ritual. Visitó las diferentes centrales del PRI, apareció con una imagen más terrenal y en todos esos ámbitos su discurso fue el de complacer.