Pobreza

Afirman que el alza del salario mínimo no reducirá la pobreza

Altos niveles de empleo informal, golpeados por el bajo crecimiento, quitan fuerza a la medida.

 Buenas y malas noticias para los 8 millones de mexicanos que cobran el salario mínimo. Primero las buenas: el gobierno lo está aumentando en un 10,4% yendo 80,04 a 88,36 pesos por jornada. Ahora las malas: aún está lejos del 95,24 pesos que es el número exigido por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparamex).

La confederación que aglutina alrededor de 36 mil empresas (las cuales representan un tercio del PBI), ha ejercido presión con el fin de alcanzar el número mencionado. El motivo por el cual insistieron es que por el proceso inflacionario, sus empleados  aún se mantienen bajo la línea de pobreza.

Si bien el número de trabajadores que lo perciben parece pequeño en relación a una población de casi 120 millones, se debe tener en cuenta que seis de cada diez mexicanos ni siquiera lo cobran ya que se encuentran en el sector informal de la economía.

Es un problema estructural de la economía mexicana que ya ha sido planteado por diversos analistas y académicos. Entre ellos, el economista Jaime Ros afirma que "un crecimiento económico lento, al preservar niveles bajos e incluso declinantes de productividad en el sector informal, contribuye a la caída de la participación de los salarios en los sectores formales, y entre menor el crecimiento de la productividad en el sector informal más fuerte es la tendencia a la caída de la participación de los salarios en el PBI".

Según declaraciones de Coparamex, "el incremento del salario mínimo es una medida muy limitada para permitir un acceso total a la canasta básica en centros urbanos, es decir para sobrepasar la línea de pobreza". Luego del aumento, la remuneración en cuestión cubrirá solamente un 92% de la canasta básica. A su vez, el salario mínimo mexicano sigue siendo, según la OCDE, uno de los más bajos de Latinoamérica.

Si bien el gobierno ha argumentado que mantener bajo el salario mínimo ayuda a contener la inflación, expertos han asegurado que su efecto real ha sido, más bien, el de deprimir la economía y el consumo interno.

Por todos estos argumentos planteados, es que la Comisión Nacional de Salarios Mínimos (Conasami) pretende evaluar la posibilidad de un nuevo aumento en abril del 2018 para asegurar que los asalariados que cobran la remuneración mínima puedan atravesar finalmente la línea de pobreza.

Aun así, el banquero centro Agustín Carstens fue muy categórico al advertir sobre los efectos que podrían tener los aumentos del salario mínimo sobre la inflación mediante un espiral salario precio. Por este motivo, durante una reciente entrevista televisiva, pidió mantener una actitud "prudente" en lo concerniente a incrementos salariales. Asimismo, agregó que fue, precisamente, por los incrementos de los precios que el Banco Central no tuvo otra opción que llevar la tasa de interés al 7%.

En una reciente declaración, Peña Nieto se ha enorgullecido de afirmar que el poder de compra del salario mínimo ha aumentado un 20% desde el inicio de su gestión lo cual, según datos del INEGI, ha sido corroborado. Es más, previo a su gestión el poder compra había venido cayendo en picada. Asimismo, destacó que desde que él inició su presidencia la creación de empleo ha sido record.

Si bien esto último también ha sido confirmado, Coparamex criticó el hecho de que el 61% de los puestos creados se tratan de trabajos precarios o de media jornada, lo que hace, a fin de cuentas, que estos trabajadores no solo sigan sin acceder a la canasta básica, sino que, encima, no puedan experimentar los escuetos beneficios del aumento aprobado esta semana.