Edomex

El crimen del director de Televisa acorrala a Del Mazo y le genera su primera crisis de seguridad

Preocupación por la reacción de la familia de Lagos. Las cifras empeoran y todos los indicadores crecen.

Son horas de alta tensión en las oficinas de Alfredo Del Mazo en Toluca. El gobernador del PRI busca lidiar de la mejor manera posible con el crimen de Adolfo Lagos, importante figura del conglomerado Televisa, ocurrido el fin de semana pasado en una carretera del Edomex. 

El gran problema es que la Procuraduría estatal quiere ofrecer una solución veloz y caratular el caso como robo o intento de secuestro mientras que la familia de Lagos estaría convencida de que la situación es mucho más compleja.

Las últimas pesquisas aseguran que Lagos murió por disparos de uno de sus propios escoltas. Para peor, se filtró la presunta ponchadura de una de las llantas de la camioneta, justo cuando lo llevaban para el hospital. 

Más allá de las siempre incómodas teorías que surgen alrededor de estos casos que mezclan violencia, negocios y política, lo cierto es que la tesis del robo parece haber quedado en entredicho. Se desmorona la idea de este poderoso directivo forcejeando con asaltantes por una bicicleta.

Para Del Mazo es una crisis hacia el interior del círculo rojo y también hacia la opinión pública en general. La seguridad fue el emblema de su campaña. Hasta ahora, todos los indicadores crecieron.

Lagos era conocido en todo el círculo político. Había vivido en España ocupando posiciones de jerarquía y regresó a México para llevar adelante el despliegue de la red Izzi. Por estas horas, sobretodo en el PRI, hay teorías de alto voltaje sobre lo que ocurrió el fin de semana en el Edomex.

Para Del Mazo es una crisis hacia el interior del círculo rojo por las amistades de Lagos y hacia afuera proyecta que la seguridad será el gran problema a resolver en su sexenio. "Fuerte y con todo", fue su slogan de campaña. Por supuesto, en un análisis riguroso ningún expertos se atrevería a responsabilizar al actual gobernador por la grave crisis de seguridad que atraviesa la entidad. La pregunta es si acaso podrá revertirla.

Hace poco, Del Mazo presentó un decálogo de acciones a seguir y prometió mejorar la fuerza policial. Pero la situación por ahora no mejora y el caso de Lagos podría convertirse quizás en un caso emblema, como ocurrió con la desaparición de la niña Paulette.

Como sea, los números no mienten. Y tampoco favorecen a la principal promesa de campaña de Del Mazo. Desde que asumió el cargo, prácticamente todos los indicadores de violencia han crecido, algunos de manera alarmante. Así lo demuestran las cifras de Incidencia Delictiva que prepara sin tinten políticos todos los meses el Secretariado de Seguridad Nacional. 

LPO consultó las cifras de septiembre y octubre, ya con Del Mazo en funciones. Los números son alarmantes. El robo con violencia creció en absolutamente todos sus modalidades: a casa habitación un 35%, a negocios un 14%, a vehículos un 7%, a transportistas un 8.3%, a transeúntes un 17% y la categoría "otros" un 38%.

También crecieron las lesiones con armas de fuego (12%), los homicidios con armas de fuego (5%), los homicidios con armas blancas (en un alarmante crecimiento de 68%), los delitos por extorsión (4.7%) y los delitos de género como las violaciones (2.3%), el estupro -abusos contra menos de edad- (50%) y otros delitos sexuales (36%).