Mercados

Por incertidumbre del TLCAN y reforma fiscal en EU, el Gobierno no logra contener fuga de capital

Los flujos de dinero hacia el país cayeron en su peor nivel desde hace seis años. Los temores de los inversionistas.

Ya es evidente la visión negativa que tiene el mercado sobre las negociaciones del TLCAN y la reforma fiscal en Estados Unidos, que en el peor de los escenarios significarían una reducción en la inversión extranjera directa a México, a decir de los expertos. Y si bien ninguno de los dos se concreta, los efectos ya se ven en una disminución en la entrada de flujos de efectivo al país.

De acuerdo con cifras del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés), los capitales hacia México cayeron a su menor nivel desde 2011 y representaron apenas 3.8% de los portafolios de los inversionistas.

"Las prolongadas negociaciones sobre el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) pesaron en la confianza, ya que el gobierno del presidente estadounidense, Donald Trump, ha trazado una línea dura que los inversionistas consideran que reduce la probabilidad de un acuerdo renovado", dijo el instituto sobre la situación mexicana.

El IIF también destacó que las expectativas respecto a un alza de las tasas de interés en diciembre por parte de la Reserva Federal, la falta de certezas sobre las políticas tributarias en Estados Unidos y la toma de ganancias este año han contribuido a la desaceleración.

"Es una práctica en nuestra industria tomar ganancias en el cuarto trimestre", declaró Jan Dehn, jefe de investigación en Ashmore Investment Management. "Está muy restringido a este periodo", añadió Dehn, que espera que las compras se aceleren nuevamente una vez que empiece el nuevo año en enero.

Para hacer frente a la volatilidad que desde 2016 se disparó en las campañas electorales de Estados Unidos, con los grandes chances que ya se le veían a Donald Trump de llegar a la presidencia, el Gobierno mexicano implementó algunas medidas precisamente para hacer frente a esta situación.

Una de ellas fue el alza de tasas de interés, para mantenerse competitivos frente a Estados Unidos. Fueron cinco en total hasta ahora, con lo que el Banxico la mantiene en 7%.

Otra operación fue decreto para facilitar la repatriación de capitales que permanecían en el extranjero con el fin de invertirlos en actividades productivas en México y que surgió sobre todo, en el contexto del gasolinazo de enero.

Por el momento, la estrategia de la administración peñista para hacer frente a una posible salida del TLCAN es la de expandir el comercio exterior, en tanto que el Banxico, aún a cargo de Agustín Carstens y la Secretaría de hacienda y Crédito Público, encabezada por José Antonio Meade, alistan un plan macroeconómico, según anunció el pasado 14 de noviembre el canciller Luis Videgaray, aunque aún no hay mayores pistas al respecto, en tanto que Meade ha señalado que habrán de esperar a conocer a detalle el plan fiscal de Trump para poder responder.