PAN

Anaya no quiere quitar a Marko de San Lázaro y busca a su reemplazo para conducir el PAN

Es una pieza clave en la Jucopo. Hoy oficia de enlace con gobernadores. Quitarlo abriría la puerta de otra rebelión.

Aunque oficialmente se niegue, Ricardo Anaya ya está abocado a colocar cada una de las piezas necesarias para arrancar su campaña presidencial. Mientras avanza con el delicado equilibrio que implicar construir el Frente Cuidadano, el dirigente panista piensa cómo mantener el control del partido una vez que haya pedido licencia para irse a recorrer el país.

La Política Online adelantó meses atrás que uno de los principales que Marko Cortés era uno de los hombres que sonaba más fuerte para ocupar ese lugar. La tradición -y por reglamento, claro- es que el secretario general del Comité Ejecutivo Nacional ocupe interinamente el cargo que deja vacante el presidente que pide licencia.

El antecedente más cercano: Gustavo Madero pidió licencia en 2014 para encabezar la lista de diputados de representación proporcional de su partido en las elecciones de 2015 y la Comisión Permanente designó en su lugar a Ricardo Anaya Cortés, quien se desempeñaba como Secretario General.

En esa línea reglamentaria, el sucesor obligado sería Damián Zepeda. Pero aunque es un hombre de extrema confianza de Anaya, muy pocos creen que sea la opción A. "Demostró que no tiene mano diestra para las grandes operaciones en los estados, y se necesita alguien de mayor peso", explicaron desde el partido a LPO.

Marko Cortés, en cambio, es un operador en crecimiento. Es el embajador de Anaya en San Lázaro y un aliado clave en su disputa por el control del partido: lo demostró en la renovación del Consejo Nacional: en su estado, Michoacán, le entregó al queretano los 8 representantes. El control de su territorio es total.

El problema de Marko es que no existe un reemplazo natural de tanta confianza, y además hoy ocupa la presidencia de la Jucopo, un lugar clave para el último trayecto del sexenio, justo cuando el anayismo perdió el control de la Mesa Directiva del Senado en manos de Ernesto Cordero.

"Además, si Marko se fuera, habría que buscar consenso para que sea otro panista el que ocupe la presidencia de la Jucopo. Con el antecedente de la rebelión en el Senado, sumado a la guerra de Anaya con Los Pinos, no parece un movimiento inteligente", explicaron a LPO desde el blanquiazul.

¿Se quedará Zepeda o irán a la búsqueda de otros cuadros experimentados para manejar el partido durante la campaña presidencial? Es la incógnita que sobrevuela por estos días en los pasillos de la sede de Avenida Coyoacán.