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El Banxico acepta que los sismos de septiembre sí causarán estragos en la economía

En el banco central prende alarmas el crecimiento de la inseguridad, negociación del TLCAN y elecciones de 2018.

 Los integrantes de la Junta de Gobierno del Banxico coinciden en las amenazas para el crecimiento económico para este 2018 y el 2018, en donde incluyeron las afectaciones por la dupla de sismos y huracanes en septiembre.

El organismo que comanda Agustín Carstens, reitera que el impacto por estos desastres naturales en la inflación será "moderado y temporal", sin embargo ya aceptan la posibilidad de que estos acontecimientos sí se vea reflejado de manera negativa en el Producto Interno Bruto (PIB).

En su última reunión del pasado 28 de septiembre para discutir en materia de política monetaria, un integrante explicó que generalmente este tipo de fenómenos inciden en el crecimiento del PIB en el corto plazo al afectar los días laborables, el capital humano y físico, así como diversos sectores productivos, para posteriormente iniciar un proceso de recuperación conforme se avance en los esfuerzos de reparación de daños.

En este contexto, algunos integrantes consideraron que "esta situación posiblemente daría lugar a una ligera revisión a la baja en el pronóstico de crecimiento para 2017, si bien uno indicó que se debería observar un ajuste al alza de magnitud similar posteriormente".

Sin embargo, no es el único factor de riesgo. Desde el banco central también prenden alarmas la inseguridad, un factor ocurrente en las encuestas que realiza el organismo entre economistas, así como una negociación del TLCAN fallida y las elecciones de 2018 y que ha decir de este equipo, "ha tenido consecuencias muy perniciosas sobre el crecimiento".

Pero también, los integrantes de esta junta de Gobierno reconocen que la economía para el segundo semestre del año ya no tiene el mismo brío que al inicio, apuntando hacia una desaceleración en el ritmo de crecimiento.

Algunos consideraron que la actividad económica parece estar resintiendo los efectos de un entorno donde persiste la incertidumbre externa. Uno de ellos especificó que el dinamismo de la demanda agregada ha sido afectado por la incertidumbre sobre la relación bilateral con Estados Unidos.

Además, sobre el consumo, que durante la primera parte del año sostuvo el crecimiento del PIB, ahora podría verse a la baja y como un factor primordial apuntan la debilidad de la inversión, afectando la capacidad productiva. Este punto ha sido un reclamo constante del sector empresarial.

Sobre el TLCAN, señalaron que "el balance de riesgos para el crecimiento se ha deteriorado, particularmente por la percepción de que pudieran materializarse escenarios adversos relacionados con la relación bilateral entre México y Estados Unidos".