Medio Ambiente

El lobby atunero detrás del bloqueo para declarar Parque Nacional a las Islas Revillagigedo

Pacchiano quiere extender su protección marítima y prohibir la pesca comercial. La resistencia encubierta.

Rafael Pacchiano se planteó un ambicioso objetivo antes de concluir su mandato: conseguir que las Islas Revillagigedo amplíen su protección marítima al mismo tiempo que generen una mayor derrama económica a través de la promoción del ecoturismo. Pero ese desafío ya le instaló un adversario que intenta jugar a las escondidas: las empresas que explotan la pesca comercial del atún en la zona.

¿Cuál es el conflicto? El titular de la Semarnat publicó un decreto el pasado 7 de septiembre para abrir un período de consulta con el fin de declarar Parque Nacional al archipiélago, que un año atrás ya había sido catalogado por la Unesco como Patrimonio Mundial Natural.

Revillagigedo se encuentra en el Pacífico y oficialmente forma parte del estado de Colima, aunque se ubica geográficamente más cerca de Cabo San Lucas (a 382.7 km), en Baja California Sur, que de Manzanillo (661.6 km). El archipiélago está conformado por cuatro islas volcánicas: Socorro, San Benedicto, Roca Partida y Clarión.

Según pudo saber LPO, detrás de los cuestionamientos de algunas organizaciones ambientalistas está el interés de la industria atunera. Sucede que una porción importante del atún que se consigue en México sale de esa región tan rica en fauna marina

En 1994, Carlos Salinas de Gortari las catalogó como reserva de la biosfera, con sus 636,685 hectáreas terrestres. Lo cierto es que la verdadera riqueza de la región está por abajo del agua, y esa es la apuesta más grande de Pachianno: prohibir todo tipo de pesca -sobre todo la comercial, que es la más dañina- en el polígono del nuevo parque nacional, que con 14,171,526 hectáreas pasaría a ser el más grande de México.

En las últimas semanas brotaron algunos organismos ambientalistas que plantearon en bloque algunas observaciones. "Proponer un cambio de protección a un parque nacional puede abrir las puertas al desarrollo urbano-turístico de las islas, contradiciendo la certificación de patrimonio mundial de la Unesco para el archipiélago", cuestionaron.

Pacchiano salió públicamente a desmentir que se vaya a instalar nueva infraestructura turística y hotelera en las islas. En cambio, explicó que el objetivo es desarrollar un polo de turismo sustentable, en donde se pueda -por ejemplo- hacer senderismo por las islas o buceo controlado en el océano. Un modelo parecido al que se aplica en las mundialmente famosas Galapagos, de Ecuador.

"Es totalmente falso. No se va a permitir construir ningún tipo de infraestructura turística en las islas. La idea de este nuevo proyecto es poder crear un Parque Nacional de 14 millones de hectáreas, que es equivalente del territorio de Grecia, para proteger como nunca antes habíamos protegido al archipiélago. Queremos que no haya ningún tipo de pesca ", afirmó el funcionario.

Su referencia a la restricción pesquera es clave en la disputa. Según pudo saber LPO, detrás de los cuestionamientos de algunas organizaciones ambientalistas está el interés de la industria atunera. Sucede que una porción importante del atún que se consigue en México sale de esa región tan rica en fauna marina.

La industria se resiste a retirarse de esas aguas, aunque los expertos intentan explicar que la protección de ese polígono también los beneficiaría en el mediano plazo: la conservación y regeneración de las especies termina generando mejores resultados si sus buques se ubican cerca -pero por fuera- del perímetro de restricción.