Senado

Gamboa quiere reinstalar el debate por el Fiscal General y vuelve a insistir con Cervantes

Conversaciones con Cordero. La rivalidad con Manlio Fabio.

Ernesto Cordero acordó con Emilio Gamboa el regreso a la normalidad en el senado tras los temblores que afectaron la arena política. Cordero quiere activar designaciones de Fiscal General, Fiscal Anticorrupción, nuevos magistrados del Tribunal Federal de Justicia Administrativa,  Sala Regional del Tribunal Electoral y gobernador del Banco de México.

La sorpresa del senador panista es que Gamboa sigue firme en su idea de que Raúl Cervantes sea elegido como fiscal general, algo que requiere de los votos del PAN y que asoma difícil por la ruptura que existe en esa Cámara entre senadores ligados a Ricardo Anaya y los que tienen su lealtad para con Felipe Calderón, Cordero entre ellos.

"La postulación de Cervantes es algo innegociable para nosotros", habría dicho el jefe de la bancada tricolor. Cordero esperaba un mayor pragmatismo en este tema porque Cervantes es rechazado por la sociedad civil, el empresariado y viene de cargar con el escándalo de su Ferrari estacionado en Morelos.

Incluso se mencionaba que el propio Cervantes se veía fuera de juego para la Fiscalía y que por eso ya había pedido una embajada en algún destino amigable. Es más fácil que el Senado apruebe esa ambición porque nunca estuvo en juego la idoneidad de Cervantes como profesional para ser fiscal sino su estrecha cercanía con el mundo de Enrique Peña Nieto.

Pero la obsesión de Los Pinos con Cervantes continua. A esto se suman otras metas como ganar fuerza en los juzgdos administrativos donde tramitarán las causas que afectan al poder político, un ámbito donde Gamboa pretende acortar la influencia que ha ganado Manlio Fabio Beltrones.