Voto 2018

El Bronco busca juntar entre 5 y 8 millones de firmas que impulsen su candidatura presidencial

Táctica y estrategia en la previa al inicio de su campaña presidencial.

 El war room de Jaime Rodríguez Calderón ya tiene su objetivo inicial tras el registro del gobernador como candidato independiente: conseguir entre 5 y 8 millones de firmas con el 6 de febrero como deadline. No es un número azaroso sino que responde a la ecuación que dice que cada firma implica dos votos y medio el día de la elección presidencial. Ese fue el cálculo en Nuevo León en el año 2015, cuando el Bronco logró su candidatura.

El asesor Memo Rentería suele explicar que el elector desarrolla un fuerte compromiso emocional cuando firma por el candidato, una especie de aval que luego lo activa influenciador en su circulo directo, en su vida cotidiana.

 Esta convicción encuentra su contraparte con lo que se espera en Los Pinos del gobernador: que las firmas no se consigan por estructura u acarreo, sino que el Bronco se sumerja de lleno en la arena electoral y emprende una frenética carrera por todo el país para juntar los avales necesarios.

Los últimos reportes que manejan cerca de Enrique Peña Nieto dicen que el gobernador tiene un conocimiento del 35% en el país. Al momento de medir positivos y negativos aparece con fuerza el efecto inverso a lo que ocurre en Coahuila: los Moreira son detestados a nivel nacional pero queridos en su terruño. El Bronco es criticado en Nuevo Léon pero valorado fuera: de hecho fuera de la entidad los sondeos que se manejan en la cúpula tienen un apartado donde se pregunta qué adjetivos le quedan mejor al mandatario estatal. "Simpático" y "divertido" le ganan por mucho a las percepciones negativas.

El Bronco no cree sin embargo que deba buscar sus firmas solo en lo sectores vulnerables, donde el establishment político enmarca su candidatura. Cree que puede encontrar apoyos en diferentes franjas sociales sí le apuesta más por un sentimiento que por una idea: el enojo. El gobernador quiere apelar a aquellos que son antisistema, sin importar su ubicación y su raíz social. Estima que de esa masa, puede captar la atención de 15 0 16 millones en una contienda electoral. Hace cálculos en el aire y recuerda que Peña fue presidente con 18 millones de votos en una elección de tercios. Ahora con menos se puede llegar a Los Pinos.

Embarcado en una carrera para subir rápido en las encuestas y confrontar directamente a AMLO, su crítica a Morena no estará tanto en la economía o en la estabilidad, tampoco hablará de Venezuela. Apelaría a aspectos del candidato que entiende son demasiado evidentes: el resentimiento y la soberbia, defectos palpables, bien visibles.

Tiene la campaña independiente otros desafíos. El Bronco va a reiterar la tesis de que el país está en el estado actual porque todos los presidentes vienen de los Partidos. Cree que los sismos de los pasados días hacen crecer el rechazo a los institutos políticos. Su reto será anular por completo del imaginario su pasado en el PRI y mostrarse como un outsider.

Una campaña de corte horizontal y trato directo con las personas que tendrá correlato en redes aunque cerca del Bronco todavía haya dudas sobre si es viable pensar una campaña presidencial solo con Facebook. En el Palacio de Cantera creen que muchas de las buenas acciones del gobierno no han tenido la repetición necesario a partir del enfrentamiento con los medios. Es uno de los temas más urgentes a revisar.