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Tillerson no negó haber llamado a Trump "imbécil"

El vapuleado canciller de Estados Unidos aseguró que no renunciará a su cargo.

Esta mañana Rex Tillerson, canciller norteamericano célebre por su aversión a la prensa, condujo una misteriosa conferencia de prensa no para discutir los pormenores de la relación con Corea del Norte o anunciar una nueva estrategia en el plano global, sino para hablar de algo mucho más pedestre: si llamó o no "imbécil" a Donald Trump en una reunión del Pentágono.

"No voy a lidiar con cosas sin importancia como esa", justificó Tillerson el porqué no negaba abiertamente haber insultado a Trump en dicha reunión. "Simplemente no seré parte de este esfuerzo en debilitar esta administración".

Por si quedaba duda de que la Casa Blanca había forzado a Tillerson a convocar la conferencia, minutos después Trump salió a tuitear que la historia había sido "totalmente refutada por el secretario Tillerson y el vicepresidente Pence". Es #FakeNews, dijo Trump. "Deberían disculparse con Estados Unidos".

Las historia sobre una posible salida de Tillerson empezaron a sonar desde hace meses. Ya en julio se hablaba del Rexit y del descontento del ex CEO de Exxon Mobile. De hecho, para muchos especialistas y periodistas la permanencia de Tillerson en la administración es un misterio. En repetidas ocasiones Donald Trump ha demostrado que no tiene ninguna confianza ni respeto por su canciller. Apenas hace unos días Trump tuiteó a su secretario de Estado que no perdiera el tiempo tratando de negociar con el régimen norcoreano. "Salva tu energía, Rex", concluyó Trump, "¡haremos lo que es necesario!". El mensaje echaba por tierra meses de esfuerzos diplomáticos por parte de la cancillería en menos de 140 caracteres.

Le dije a Rex Tillerson, nuestro maravilloso secretario de Estado, que está perdiendo su tiempo tratando de negociar con el Pequeño Hombre Cohete. ¡Salva tu energía Rex, vamos a hacer lo que tiene que hacerse!

La falta de consideración que Trump muestra por Tillerson no es poca cosa. Los defensores de Trump, que justifican hasta la más obvia de sus catástrofes como un complejo juego de "ajedrez 3D", aseguran que se trata de una rutina de policía bueno/policía malo, y aseguran que Trump está aplicando la famosa doctrina del demente Nixon. Se cuenta que Nixon gustaba de hacer creer a los soviéticos que era un loco impredecible capaz de desatar la furia nuclear sobre ellos aunque costara la existencia a Estados Unidos.

Las filtraciones de la Casa Blanca sugieren una razón más pedestre: John Kelly, HR McMaster y el vicepresidente Pence le han suplicado a Tillerson que no renuncie. El Secretario de Estado es el ministro más importante en el gabinete, lo último que necesita la caótica administración Trump es otra renuncia de alto nivel. Es probable que Rex salga de la Casa Blanca después de cumplir un año.