Sismo

Posverdad: ¿quién falló en el caso de la niña "Frida Sofía"?

Especialistas concuerdan que el nivel de audiencia fue más importante que la credibilidad de las Fuerzas Armadas.

El miércoles de esta semana, a menos de 24 horas del sismo de 7.1 grados que cimbró al centro del país, comenzó a popularizarse lo que más tarde se confirmó como un falso rumor. Una niña -a quien varios medios bautizaron como "Frida" o "Sofía"- estaba viva pero atrapada entre los escombros del Colegio Enrique Rébsamen en Tlalpan.

Sin embargo, ayer se corroboró que todo era falso, y los medios que le dieron cobertura privilegiada a esta "noticia" como Televisa y su reportera Danielle Dithurbide quedaron al instante en entredicho. En respuesta, la televisora -a la que se habían sumado TV Azteca, Imagen TV y Milenio TV- se centró en la fuente de la información que habían difundido: la Marina.

"Quiero dejar en claro que la información que recibieron los mexicanos de la existencia de una niña viva en los escombros fue difundida por la Marina con base de la información de los técnicos, de los rescatistas, civiles y de la institución... Ofrezco a los mexicanos una disculpa", declaró ayer el almirante Ángel Enrique Sarmiento Beltrán.

"El papel de los medios ha sido alcanzar rating a pesar de que con ello se denigre la actuación de la Marina, el Ejército y Protección Civil, y de esto se están aprovechando los enemigos del gobierno, quienes han lanzado una estrategia de linchamiento contra las instituciones", expresó el doctor Jorge Márquez Muñoz en entrevista para La Política Online.

Igualmente, para el politólogo de la Universidad Nacional, la Marina y el Ejército no sólo son parte de los ataques de los "enemigos del gobierno", sino que además son víctimas de la "voraz desesperación" de los medios tradicionales por tener niveles de audiencia "que Netflix y otros medios digitales les han ganado en los últimos años".

Finalmente, el comunicólogo Óscar Kaufmann recomendó tanto a la prensa como a las oficinas de comunicación del gobierno volver a lo básico: no difundir información que no responda a los principios del periodismo.

"Esto es muy importante, sobre todo, en momentos de crisis como la que estamos viviendo. El problema es que la posverdad está tomando una importancia por encima de la información veraz, objetiva y confiable... Yo creo que los periodistas deberían ser los maestros y dar el ejemplo a la ciudadanía de cómo y qué tipo de información se difunde. Ellos, como las autoridades, deben enseñarnos cuál es el modo como se hacen bien las cosas", explicó Kaufmann, quien concluyo que cuando es al revés -cuando los ciudadanos hacen mejor el trabajo que los profesionales- "algo grave está pasando".