Combustible

Análisis: La falta de combustible ya es una vulnerabilidad estructural

Si bien la importación se plantea como una solución, la producción se redujo en tres años un promedio del 12%.

El paso del Huracán Harvey ha vuelto a plantear el problema del desabastecimiento de gasolina en México. Si bien días atrás el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, descartó que el fenómeno meteorológico afecte el suministro del país, los expertos plantean que existe una vulnerabilidad estructural que no ha sido resuelta y va más allá de fenómenos coyunturales.

Según los datos publicados por la Dirección Corporativa de Planeación, Coordinación y Desempeño de PEMEX, el promedio de producción diaria de gasolinas a nivel nacional se ha venido reduciendo a una tasa anual promedio del 12% durante los últimos tres años. Asimismo, como consecuencia de lo anterior y por la necesidad de responder a la demanda, las importaciones de gasolinas se incrementaron hasta llegar a cubrir el 60.75% de la demanda interna en 2016. Este dato es relevante teniendo en cuenta que en 2007 ese mismo porcentaje era del 40%, mientras que para 1994 solo correspondía al 15.1%.

El aumento histórico de las importaciones se ha dado más que nada por un aumento de la demanda interna que la producción local no fue capaz de satisfacer. Para colmo de males, la caída de la producción reciente no hizo más que acelerar el proceso.

México no construye una nueva refinería desde 1979. Paradójicamente el descubrimiento del mega yacimiento de Cantarell, intensificó en su momento la visión rentista respecto a la industria del petróleo.

El motivo por el cual no se ha desarrollado la producción de gasolina debe buscarse en el campo de las actividades petroleras Downstream. Como lo han venido mencionando expertos del sector, como Angel de la Vega Navarro y Jimena Romero Herrera, existe un fuerte rezago en México debido al comportamiento rentista, el cual se ha intensificado luego del descubrimiento del mega yacimiento Cantarell. Específicamente, para el caso de la refinación del petróleo, este sector ha experimentado bajos niveles de inversión no habiéndose construido una refinería nueva desde 1979.

Adicionalmente, se puede mencionar el problema de que las refinerías existentes solo pueden refinar crudos ligeros, lo que representa un problema al ser los crudos pesados las producción más importante en México.

A pesar de esto último, algunos especialistas afirman que la reforma energética permitiría que el capital privado tenga la posibilidad de involucrarse en actividades de refinación, aumentando la producción. No obstante, hasta ahora, ninguna empresa privada ha solicitado permisos de refinación.

Importar gasolina ¿La única salida?

Si a todos los factores que se han venido nombrando le sumamos la baja capacidad instalada y el rezago tecnológico en la actividad de refinería, se plantea un panorama en donde la única opción para satisfacer la demanda interna es la importación. Esto, a su vez, conlleva a una situación de vulnerabilidad ante las volatilidades del mercado internacional. El aumento del dólar y el incidente en Texas provocado por el Huracán Harvey son solo una muestra de dicha fragilidad.

Sin embargo, el especialista Rodrigo Guarneros Gutiérrez señala que una mayor iniciativa privada en las importaciones de combustible, así como los nuevos flujos que sustituyen a aquellos provenientes de los Estados Unidos, pueden ayudar a reducir dicha vulnerabilidad. Asimismo, esto último, puede mejorar las condiciones de los precios de compra.

Si bien, lo planteado por Guarneros Gutiérrez es cierto, existen condiciones que pueden dificultar el abastecimiento relacionadas con el trasporte y el almacenamiento de combustible. 

"El problema es que tampoco se tiene la infraestructura para traer la gasolina en forma eficiente y para almacenarla. Al no contar con poliductos, terminales portuarias y vías ferroviarias, la opción que queda son las pipas, las cuales implican incrementar su costo y representan un peligro de seguridad. En cuanto al almacenamiento también el país carece de suficientes instalaciones de almacenamiento de grandes cantidades", señaló en diálogo con LPO, el especialista Alejandro López Velarde.

Asimismo, tampoco hay una discusión oficial acerca de los efectos regresivos del IEPS sobre la rentabilidad de la importación de combustibles, el cual, según López Velarde, desincentiva a las empresas importadoras del sector privado a hacer uso de sus permisos de importación.

"Otro problema adicional lo constituye el impuesto a la gasolina (IEPS) el cual deja poca ganancia para el importador del producto. Esto hace que muchos de los permisionarios que han obtenido autorización para su importación no sean utilizados. Al día de hoy, la importación que es rentable es aquella destinada al autoconsumo ya que no se le aplica dicho impuesto", agregó López Velarde.