Economía

"Con el nuevo Presupuesto de Meade, el próximo Gobierno no la va a pasar bien fiscalmente"

Advierten un margen de maniobra pequeño y recortes dolorosos. Alienta por un nuevo pacto fiscal.

Continúan las dudas respecto al nuevo Paquete Económico 2018 que presentó el secretario José Antonio Meade ante el Legislativo. Si bien hay puntos a celebrar, a los analistas del CIEP les preocupa el corto espacio fiscal y por ende, la complicada herencia que tendrá el próximo Gobierno. La alternativa que ven recaería en nuevo pacto fiscal.

"No importa el color, con este paquete al siguiente Gobierno se le entregará un sistema fiscal mexicano frágil y con decisiones difíciles que se tendrán que tomar en el corto plazo", advirtió el director del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Villarreal.

En la conferencia ofrecida por este centro de estudios para hablar sobre las implicaciones del Presupuesto que ahora será sometido al análisis de los Diputados, los expertos alertaron también sobre la problemática que implica un mal gasto "explosivo": "Si no se arregla, será un lastre para las finanzas en los próximos 20 años", señalaron.

Ricardo Cantú, director de Investigación del centro, resaltó que si bien es cierto que la deuda tendrá una reducción para este 2017, esto se debió a "una eventualidad", es decir, el remanente que entregó el Banxico. Pero aseveró que no se debe perder de vista que la deuda ha crecido desde 2013 a 2018 en casi diez puntos porcentuales del PIB. Además, alertó que el costo de la deuda, ya está en su punto máximo al representar el 2.9% del PIB.

Dos temas que preocupan a los analistas en cuanto al tema de ingresos es que ellos consideran que la reforma hacendaria ya llegó a su punto de maduración, es decir, "ya dio lo que tenía que dar" y por otro lado, la reforma energética no será la respuesta en el corto plazo.

Y es que la pregunta que flota entre los críticos al paquete es precisamente, ¿de dónde saldrán los ingresos? sobre todo en un paquete en donde la inversión ha sido dejada a un lado y vista como "la gran perdedora" en esta ocasión. La respuesta del secretario de Hacienda recae precisamente en las reformas y en las inversiones de los privados ya comprometida.

La conclusión que se hace tras el análisis de la propuesta entregada por el titular de Hacienda y Crédito Público el pasado 8 de septiembre, es que el espacio fiscal se está reduciendo de manera importante y no se está consolidando, como promete el Gobierno.

En ese sentido es que señalan que dejarán a la próxima administración una labor difícil en el ámbito financiero que llevará a tomar decisiones difíciles al replantear un nuevo pacto fiscal para obtener mayor recaudación. Ahí, señalan que tanto en el IVA como ISR, aún hay espacio.

Villarreal Páez no se sumergió en detalles sobre cómo podría imaginarse un nuevo pacto fiscal, pero sí adelantó que se necesita planeación con una buena estrategia de finanzas y definir los roles de los gobiernos subnacionales, -en qué parte entran municipios, etc.-, lo cual tendría que hacerse al principio de la administración, sí no se tardaría todo el sexenio. Y es que anticipa que "el llamado de la realidad va a ocurrir en 2019".

Con ello sugieren los especialistas de que el próximo gobierno "no la va a pasar bien", pues tendrá un margen de maniobra "muy pequeño" y le tocará hacer "dolorosos recortes".

Y además, apoyan la idea de un consejo fiscal neutro que debería instalarse apenas asumiera el nuevo Gobierno y antes de que llegaran los nuevos legisladores para evaluar las condiciones del sistema fiscal entregado por la administración de Peña Nieto.

No todo es negativo. Los especialistas consideraron que los supuestos de los que partieron los cálculos para este presupuesto son realistas, a excepción de la inflación, en donde dudan que pueda llegar al 3% para 2018 como promete Meade y el mismo Agustín Carstens, gobernador del Banxico.

Fuera de eso, los expertos reconocieron que se entregó una propuesta que blinda muy bien al país ante eventuales volatilidades derivadas de la incertidumbre que genera eventos como la renegociación del TLCAN. "No vemos riesgos macroeconómicos en el corto plazo, quisieron cuidar los fundamentales", precisó Cantú.