Sucesión

Ochoa se ilusiona con entrar al Gabinete de EPN para lanzar una campaña del "candidato tapado"

Sueña con reemplazar a Miranda en Desarrollo Social. También con recalar en Gobernación. El factor Meade.

Enrique Ochoa sueña en grande, sobre todo después de haberle entregado resultados a Peña Nieto en la Asamblea Nacional del PRI. La caída de los candados para José Antonio Meade y Aurelio Nuño eran su principal objetivo, además de contener las amenazas de los rebeldes. Con ayuda de Alejandro Moreno lo consiguió.

Desde entonces, la utopía de instalarse como el verdadero "tapado" de Peña Nieto creció. Pese a que Nuño y Meade son los favoritos en este momento, en el equipo del dirigente nacional repiten que sus chances no estarán sepultadas hasta que no se encare el último recambio de Gabinete. Sólo allí se podrá saber quién quedó descartado.

Meade ya se mueve como candidato, es cierto. Pero serán los sondeos de noviembre los que determinen si logró un crecimiento auspicioso. ¿Por qué el deadline es noviembre? Porque es la fecha de salida de Agustín Carstens. Peña Nieto tendrá que marcarle un camino para entonces: la candidatura o Banxico.

El caso de Aurelio Nuño es un poco más complejo. El titular de Educación es, por lejos, el colaborador más querido del Presidente. Leal, capaz, pragmático. Peña Nieto lo valora como a pocos. Pero como reveló La Política Online, su cercanía con EPN le imprime altos negativos en las encuestas que se manejan en Los Pinos. 

Es sobre esa lógica que Ochoa se ilusiona. Y como primer paso, su círculo cree que debería ingresar en el Gabinete, en el presunto recambio que ya prepara el Presidente. "Es el último movimiento de fichas, y también la última oportunidad", repiten en el CEN.

¿Qué espera Ochoa? Observa dos áreas de oportunidad. La primera, reemplazar a un debilitado Luis Miranda en Desarrollo Social. La segunda, recalar en la Segob frente a una posible salida de Miguel Ángel Osorio Chong. "No le puede dejar Gobernación en medio de la campaña si no va a ser candidato", argumentan.

Si el cambio de Gabinete fuera a fines de septiembre, Ochoa tendría dos meses para lanzar una fuerte campaña de instalación mediática. Hasta ahora, sólo se encargó de negar su interés en el 2018. Claro, la tradición tricolor marca que no es correcto buscar la candidatura desde la dirigencia nacional.