Comercio

TLCAN: Lighthizer se endurece con instalar el debate de los salarios mexicanos

Momentos de tensión ayer con Guajardo y Videgaray en Washington.

Robert Lighthizer insistió ayer ante Luis Videgaray e Ildefonso Guajardo en que la renegociación del TLCAN debe incluir el aspecto salarial en México. El representante Comercial insiste con que es ineludible tratar la cuestión para que se dejen de perder empleos en EU. "El gobierno canadiense piensa muy parecido a nosotros", avisó Lighthizer. El gobierno mexicano se niega de modo rotundo a tratar esta cuestión.

Nunca se admitirá en voz alta, pero ayer Donald Trump estuvo muy cerca de retirar a EU del tratado. Intervinieron en favor de que la renegociación siga adelante Rex Tillerson, Wilbur Ross y, una vez más, Sonny Perdue.

La situación de ayer fue compleja porque Guajardo y Videgaray debieron escuchar a Lighthizer expresar su preocupación para que "se eleve el nivel de vida en México" mientras ellos repetían que los salarios los decide el libre mercado.

El número que maneja Lighthizer  es que el sueldo promedio en México en una fábrica es de 4.50 dólares diarios lo cual genera competencia injusta para trabajadores estadounidenses y canadienses y limitan el crecimiento económico de México.

Hace una semana en un foro  Peter Navarro, asesor comercial de la Casa Blanca dijo quel sin este ajuste, México nunca tendrá una clase media sólida "y nuestra clase media se debilitará, si no es que desaparecerá" .

EU quiere promover  que los trabajadores mexicanos puedan sindicalizarse y realizar huelgas libremente sin temor a perder sus empleos. Los bajos estándares laborales son una ventaja injusta  le dijo Lighthizer al Comité de Medios y Procedimientos de la Cámara de Representantes, adoptando un punto de vista que muchos demócratas en el Congreso han expresado desde hace tiempo.

Cuando inició el TLC en 1994, las normas laborales y ambientales fueron relegadas a acuerdos secundarios en gran medida ineficaces. El Gobierno mexicano asegura que está abierto a incluir mecanismos para garantizar una aplicación más estricta de sus leyes laborales. Lo que no quieren, afirman, son medidas que obliguen a México a elevar los salarios.