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McConnell y Trump no se hablan desde hace semanas

El líder del Senado habría expresado dudas sobre la capacidad de Trump de conducir la presidencia.

 Donald Trump no está contento con los senadores republicanos. El mes pasado tres de ellos, las senadoras Lisa Murkowski, Susan Collins y el veterano senador de Arizona, John McCain, acabaron con el sueño de "repeler y reemplazar" Obamacare, el sistema de salud que durante siete años los republicanos prometieron destruir, y que fue una de las principales promesas de campaña de Trump.

A diferencia de otros presidente, Trump no guardado su enojo para el ámbito privado. Ha atacado abiertamente en Twitter al líder de los republicanos en la cámara alta, el senador John McConnell, quien en general es un político discreto que mantiene un perfil bajo; reconocido por su capacidad de operación y por su talento al liderar a los republicanos del senado. Es, en términos generales, un senador querido por su partido.

"Pueden creer que Mitch McConnell, quien ha gritado Repeler y Reemplazar durante 7 años, no haya podido hacerlo. Debemos repeler y reemplazar Obamacare!"

Sin embargo, hoy se supo que la división entre McConnell y el presidente es mucho más profunda de lo que se creía. A pesar de que la esposa del senador, Elaine Chao, es la secretaria de Transporte en el gabinete presidencial, de acuerdo a una historia publicada por el New York Times, hace semanas que Trump y McConnell no se dirigen la palabra.

Lo cierto es que el temor que Trump en un principio inspiraba entre los legisladores de su partido con el paso de los meses ha desaparecido. Con cada nueva metida de pata y fracaso legislativo, los republicanos en Washington se muestran más dispuestos a criticar públicamente al presidente, especialmente los senadores; muchos de ellos no se enfrentarán a una relección hasta 2021, cuando posiblemente haya otro inquilino en la Casa Blanca.

Los ataques contra McConnell no fueron sólo a través de tuits. De acuerdo a las fuentes, Trump y el líder del Senado tuvieron una conversación telefónica que terminó en insultos y gritos

Los ataques contra McConnell no fueron sólo a través de tuits. De acuerdo a las fuentes consultadas por el diario neoyorkino, Trump y el líder del Senado tuvieron una conversación telefónica que terminó en insultos y gritos. El presidente acusó al senador de haber arruinado la ley de salud, pero la principal molestia de Trump era que el líder republicano no había defendido al presidente de la investigación del Russiagate, aunque no queda muy claro qué esperaba Trump que McConnell hiciera. Fue esta llamada, el pasado 9 de agosto, la última vez que los hombres hablaron.

Mientras tanto, se sabe que McConnell está furioso por los constantes ataques que el presidente ha emprendido contra varios senadores. El senador Lindsey Graham explicó que en el Senado "hay un entendimiento [estilo] el artículo 5: un ataque a uno de nosotros es un ataque contra todos", dijo, refiriéndose a la alianza de la OTAN.

Trump ha criticado a Graham, a McCain, Murkowski, Collins y a otros miembros del Senado. Por si fuera poco, en un tuit publicado hace unos días, Trump apoyó la candidatura al Senado de Kelli Ward, quien busca robarle el próximo año la curul al senador republicano de Arizona Jeff Flake.

De acuerdo a fuentes cercanas al senador, McConnel ha expresado preocupación sobre la dirección que está tomando la presidencia de Trump, y "expresó su horror", según narró el New York Times, con los comentarios del presidente tras la tragedia en Charlottessville, Virginia, donde un neonazi asesinó a una manifestante antifascista.

McConnel habría dicho en privado que, tras el desastroso mes que acaba de pasar, duda de la capacidad de Trump de salvar su presidencia. Las siguientes semanas serán clave para el Senado. Regresando del receso de agosto la cámara alta tendrá que resolver una serie de pendientes legislativos de primer orden, entre ellos temas de presupuesto y de la deuda pública; sin mencionar otro de los sueños de Trump: la reforma fiscal y el plan de infraestructura que tanto prometió. Resulta complicado imaginar cómo van a lograr hacerlo con un presidente y un líder en el Senado que no se hablan.