2018

Acusan a AMLO de incitar una cruzada de los "puros" contra los "externos" en Morena

Dicen que abre las puertas a militantes externos pero luego la estructura los vapulea en el reparto de candidaturas.

En las entrañas de Morena, el clima no es bueno. Pese a encabezar casi todos los sondeos para 2018, Andrés Manuel López Obrador empieza a cosechar -otra vez- miradas de recelo entre sus propios aliados. A pocos días de la decisión clave en la Ciudad de México, un grupo de externos ya visualiza un futuro complejo para los candidatos recién incorporados al proyecto de AMLO.

La Ciudad de México quizás sea sólo un caso testigo. La definición ya quedó entre dos finalistas con perfiles muy diferentes. Por un lado, Claudia Sheinbaum, de extrema confianza con López Obrador y su círculo más cercano. La apoyan Julio Scherer, Yeidckol Polevnsky, Bertha Luján y todos los morenos "puros".

Ricardo Monreal es un aliado histórico de Andrés Manuel, pero no tiene un buen trato con ese círculo más íntimo del líder de Morena. Operador político más tradicional, el delegado de la Cuauhtémoc suele tender puentes con el PRD, el PAN y el PRI. Demasiado pragmatismo, que no gusta en la mesa chica de López Obrador.

No hay certezas en la definición, pero el comportamiento de la estructura partidaria empieza a repetirse en varias de las entidades que elegirán gobernador en 2018. ¿Cuál es este accionar? Mientras López Obrador convoca a militantes de todos los partidos, una vez que son incluidos en Morena -o firman el acuerdo de unidad- los consejos estatales los vapulean en votaciones de los consejos estatales.

La Política Online ya relató las denuncias -minoritarias pero existentes- que hubo en Morelos, en donde un puñado de consejeros no pudo impulsar la candidatura del rector de la UAEM, Alejandro Vera. Algo similar ocurrió este fin de semana en Puebla, en donde Miguel Barbosa quedó desplazado de la terna.

En la Ciudad de México también Mario Delgado había sufrido un trato similar, cuando Martí Batres no lo quiso incluir en la mesa de negociaciones que hasta el momento integraba el tridente. Le prometían hacerlo pasar vergüenza.

"El escenario es poco alentador, porque los morenos que se sienten puros no quieren que se incluyan a los aliados que se fueron sumando en los últimos meses. No es un buen mensaje para los que en estos momentos estén pensando en sumarse al proyecto de López Obrador", evaluó un militante moreno.

En reuniones privados, el principal operador de AMLO, su hijo Andy, repite que no le darán el partido a los "ambiciosos vulgares" -frase que suele utilizar su padre- a los que se acercan únicamente por las candidaturas. "Si López Obrador no gana en 2018 se va a la Chingada. ¿Y a quién creen que le dejará el legado de su movimiento? ¿A los cercanos de confianza o los que hasta hace unas semanas eran de la mafia del poder?", concluyó la misma fuente.