Comercio

Las empresas de EU invierten en lobby pro TLCAN pero su prioridad es la reforma fiscal

El plan elaborado por Steve Mnuchin les ofrece grandes beneficios.

 Las avenidas K e I en Washington DC son el escenario de las firmas de lobby y cabildeo más poderosas del país. Hasta esas calles llegaron esta semanas diferentes representantes del empresariado mexicano que se encuentran en esta ciudad para renegociar el TLCAN. En los múltiples encuentros no faltó la pregunta de si el empresariado de EU está invirtiendo fuerte en cabildeo para defender el TLCAN. LA respuesta fue que hay movimiento pero mucho menor al que señala el gobierno mexicano ya que la prioridad de las empresas estadounidenses en sacar adelante la reforma fiscal.

La reforma fue elaborada por Steve Mnuchin, secretario del Tesoro. Establece fuertes rebajas de impuestos a empresas y personas físicas.  Reduce de 35 a 15% los impuestos a las empresas, un recorte de 20 puntos porcentuales; redujo los tramos para los trabajadores de siete a tres (10, 25 y 35%), cuando hasta ahora la tasa máxima era de 39.5%; se eliminará el Impuesto de Sucesiones y se ofrecerán deducciones para el cuidado de niños. 

La propuesta también abre la puerta a un trato benévolo para las repatriaciones de capital de las empresas y a la desaparición de casi todas las deducciones del Impuesto sobre la Renta, salvo la desgravación por hipotecas y las donaciones a organizaciones no gubernamentales. También se incluye la aplicación de una tasa cero para parejas que ganen menos de 24,000 dólares al año y la recuperación de una tasa de 20% sobre los dividendos, que dejarán de sumarse así a los ingresos de los inversionistas, lo que elevaba su factura fiscal.

En definitiva, las grandes empresas de EU quieren está reforma y han enfocado sus esfuerzos de lobby en impulsarla. Según comentaron empresarios de la delegación mexicana a LPO, para las empresas que tienen gran parte de sus plantas en EU, esta reforma es prioridad.

Un dato a manejar porque en México diferentes exponentes de la clase política y empresaria se dedican a instalar en los medios que el TLCAN será fundamentalmente defendido por las firmas de EU. Podría tratarse de un complicado exceso de confianza.