Comercio

Si EU insiste con debate salarial en TLCAN, Guajardo pedirá una reforma migratoria

El ejemplo de la Unión Europea. El cabildeo de los sindicatos de EU.

La situación salarial en México se asoma como uno de los temas a ser abordados en esta primera ronda de renegociación del TLCAN entre México, EU y Canadá. Es además un punto de fricción, algo similar a lo que ocurre con el Capítulo 19 sobre arbitraje o la intención de EU de debatir reglas de origen. 

 Diferentes figuras del gobierno de Donald Trump se han pronunciado en favor de que México eleve los salarios para que de ese modo los empleos se queden en EU. La delegación mexicana ha deslizado que en caso de que Robert Lighthizer insista en exceso con ese discurso, la repica será pedir una reforma migratoria que habilite el libre tránsito de los trabajadores. 

El ejemplo es la Unión Europea: los diferentes países no presentan grandes brechas salariales (como en el TLCAN) pero también tienen permitido el libre tránsito en el interior del viejo continente lo cual equipara los salarios.

Guajardo jugaría de este modo una carta fuerte porque instalaría a la fuerza en la mesa de renegociación la cuestión migratoria. De ese modo se llegaría a la negociación integral que pretende Enrique Peña Nieta. La seguridad fronteriza hace fuerte a México en las conversaciones que se inician hoy en esta capital.

El pasado viernes en Monterrey ante empresarios Guajardo dijo que "Los salarios son un reflejo de la condición de mercados y una de las cosas más importantes que deberemos velar es que a través de este Tratado, en materia de lo que comerciamos internacionalmente, se respeten los derechos laborales". Ese fue el primer indicio de lo que el secretario de Economía podría plantear en esta primera ronda: el libre tránsito como un ejercicio de igualdad de derechos.

En las últimas semanas, legisladores demócratas y sindicatos estadounidenses han presionado a su Gobierno y a Trump , para que exija disposiciones laborales firmes en la renegociación del TLCAN. Los gremios buscan revertir la caída crónica de los salarios en México, un factor que consideran como competencia desleal en la atracción de inversiones.