Diplomacia

Pence le bajó el tono a la amenaza de Trump de mandar tropas a Venezuela

Lograrán la paz "por medios pacíficos". Macri advirtió que el Mercosur no apoyará intervención militar.

 El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, debió bajarle el tono a las amenazas de Donald Trump de enviar tropas a Venezuela para frenar a Nicolás Maduro.

"La gente está sufriendo y está muriendo. Tenemos muchas opciones para Venezuela, incluyendo la opción militar", aseguró Trump la semana pasada. La declaración motivó un repudio de los cancilleres del Mercosur, que rechazaron una intervención militar por parte de Estados Unidos.

Pence ya había matizado las amenazas de Trump en su visita al presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, uno de los mandatarios más preocupados del continente por la situación de su país vecino.

Pero este martes, en su visita a Mauricio Macri en la Quinta de Olivos, el vice de EEUU ratificó que quieren una "solución pacífica" a la crisis de Venezuela para la que necesitan la colaboración de los "aliados de la región".

"No habrá brazos cruzados", señaló Pence y repitió que Estados Unidos tiene "muchas opciones a disposición". Aunque se cuidó de aclarar que esas opciones son "incrementar la presión diplomática y económica sobre el régimen de Maduro", no sólo a nivel continental sino a nivel mundial, en un mensaje para Europa y Asia.

A su lado, Macri repitió que el Mercosur no acepta una intervención militar en el país caribeño.

"En Venezuela estamos viendo la tragedia de la tiranía; el régimen brutal de Maduro tiene sometido al pueblo venezolano", manifestó Pence, quien dijo que "poco a poco Venezuela está yendo a la dictadura y EEUU no va a quedarse callado".

Luego agradeció a Macri por liderar el pedido para echar a Venezuela del Mercosur y agradeció a los países sudamericanos por la declaración de Lima, en la que los cancilleres de la región desconocieron la Asamblea Constituyente que impulsó Maduro.

"Vamos a lograr la restauración de la paz por medios pacíficos", repitió Pence para ahuyentar los fantasmas de una intervención.