Ciudad

El juego sucio de un operador de Batres en Tlalpan ya tensa su relación con Sheinbaum

Dicen que rompió el pacto de paz en territorio ajeno. Hernández Mirón, el apuntado. El recuerdo de Coyoacán.

Hasta hace unos meses, la relación de Martí Batres y Claudia Sheinbaum era casi de amistad. Una suerte de alianza de cara a las elecciones para la Jefatura de Gobierno. Los unía, sin duda, la disconformidad hacia algunas decisiones de Ricardo Monreal; sobre todo, después de la polémica distribución de fondos en el Presupuesto a las delegaciones.

Pero la tendencia tribal de Batres terminó de tensar también ese vínculo. Esta herida quedó expuesta en la mesa del tridente -ahora rebautizada con humor como el tenedor, con la irrupción de Mario Delgado- cuando se negociaba la inclusión de los posibles candidatos en las delegaciones.

Sheinbaum propuso un pacto de no-intervención en las delegaciones de Morena. Es decir, que sea cada delegado el que impulse a su sucesor. Esta postura fue apoyada por Ricardo Monreal. Pero Batres tenía otros planes, que efectivamente quedaron plasmados en la votación del Consejo Estatal.

Mientras los delegados de Sheinbaum apoyaron a las propuestas de sus colegas, Martí utilizó su poder de estructura para meter a sus candidatos en las encuestas. En Azcapotzalco, por ejemplo, Claudia votó por Francisco Javier Carrillo, el hombre de Pablo Moctezuma. Batres fue con Gonzalo Camacho. Los mismo sucedió en Xochimilco, en donde Sheinbaum apoyó a la propuesta de Avelino: José Carlos Acosta. Batres fue con José Luis Reyes.

Pero quizás la molestia más grande con Batres fue la intromisión en Tlalpan. El dirigente de Morena-DF opera en la zona a través del diputado Carlos Hernández Mirón, el ex perredista que ahora se acercó a Martí. "El problema es porque lleva gente a paralizar obras, arma manifestaciones, está en una actitud hostil", relataron militantes morenos de la delegación.

No es la primera vez que una actitud tribal de Batres genera ruidos en el partido. Ya se convirtió casi en un mito la vergonzante derrota de Andrés Manuel López Obrador en su propio territorio, Coyoacán, a manos de un operador de Batres (Gerardo Villanueva) en las elecciones justamente del Consejo de Morena. Así, Martí le jugaba una mala pasada a su propio líder.