Fuerzas Armadas

Para acercarse a los militares, ahora Videgaray negocia para destrabar Seguridad Interior

Efectos colaterales de la nueva organización de la Casa Blanca. Busca un dictamen en agosto.

 Luis Videgaray confía en lograr que la primera semana de septiembre se destrabe la Ley de Seguridad Interior que el Ejército reclama. El canciller ha dado instrucciones a los diputados con los que tiene llegada para que estos negocien el rol de las fuerzas armadas en las protestas sociales y para agregar un capítulo entero dedicado a la defensa de los Derechos Humanos.

La conversación que enarbola Videgaray apunta a lograr un dictamen en agosto y negociar en paralelo con el panismo la ley que reglamente el Mando Mixto.

Ante la imposibilidad de negociar con Ricardo Anaya (el diálogo sigue quebrado por Coahuila), el canciller habla con gobernadores panistas para que orienten a sus diputados, algo que es preciso porque los más interesados en tener al Ejército en sus distritos son los mandatarios estatales. A esto se suma que en los últimos tiempos los militares se han vuelto muy cuidadosos sobre qué operativos aceptar y cuáles no.

Videgaray quiere llevarse bien con los militares y desterrar de este modo versiones que circulaban meses atrás de que él funcionario se oponía a esta nueva ley porque implicaba transmitir al mundo que el país vive un estado excepción. Ante la imposibilidad de un extraordinario, ahora quiere que si o si la ley se votó en septiembre.

Pero ahora el canciller requiere de la colaboración total de Salvador Cienfuegos y Vidal Soberón porque ambos guardan excelente relación con el nuevo jefe de gabinete de Donald Trump, el general John Kelly. Debe decirse: Videgaray y Kelly hasta el momento no han tenido una gran sintonía.