Migración

La Casa Blanca analiza subir los poderes de Migraciones

Un memorando interno contempla cambios que podrían significar millones de deportaciones.

 La Casa Blanca estaría analizando incrementar los poderes del Departamento de Seguridad Interior (DHS), responsables de ejecutar la política migratoria. Según reveló el Washington Post, desde el mes de marzo hay un memorando interno dando vueltas detallando los nuevos poderes que la administración Trump estaría contemplando para el departamento.

La autoridad migratoria, desde mediados de los dos miles, no tiene permitido deportar indocumentados sin antes pasarlos por las cortes migratorias. Existen, sin embargo, excepciones. Si el detenido tiene menos de dos semanas residiendo en Estados Unidos y si fue aprehendido a menos de 160 kilómetros de la frontera. Bajo las nuevas reglas, la migra podría deportar personas detenidas en cualquier punto del país que no puedan probar residencia por más de 90 días.

Los cambios potenciales le permitirían al DHS usar sus recursos de manera más eficiente para remover a personas que han estado presentes de manera ilegal por periodos relativamente cortos de tiempo

De acuerdo con el diario capitalino, las propuestas detalladas en el memorando no requerirían de aprobación del Congreso y podrían ser otorgadas con una simple orden de John Kelly, titular de la dependencia. Por el momento la propuesta está siendo analizada por la Oficina de Administración y Presupuesto.

Una vocera del DHS declaró que "los cambios potenciales le permitirían al DHS usar sus recursos de manera más eficiente para remover a personas que han estado presentes de manera ilegal por periodos relativamente cortos de tiempo al tiempo que se observa el debido proceso".

El Congreso de 1996, dominado por los republicanos del radical Newt Gingrich, aprobaron un recurso para acelerar las deportaciones de inmigrantes indocumentados que hubieran sido detenidos en cualquier punto de Estados Unidos y que no pudieran probar residencia en el país durante por lo menos dos años. Sin embargo, la administración Clinton casi nunca ejerció la medida fuera de las zonas fronterizas.

Años después, bajo la presidencia del republicano George W. Bush en 2004, la administración giró nuevas instrucciones, que permiten la deportación expedita sólo para personas que hayan sido detenidas a menos de 100 millas de la frontera y tengan menos de dos semanas en el país.

Se trata de una posible nueva medida en línea con la dura política migratoria que Trump prometió desde la campaña y que en parte ayudó a poner en la Casa Blanca. El célebre muro fronterizo de Trump sigue sobre la mesa.

Apenas esta semana Kelly informó a legisladores de la bancada hispana del Congreso que posiblemente acabarían con el programa DACA promulgado por Barack Obama, mismo que protege a millones de indocumentados que llegaron al país como menores de edad y que en muchos casos ni siquiera saben hablar español.