Construcción

Guajardo está molesto con los vivienderos por pretender márgenes de ganancia "exagerados"

El conflicto con los cementeros escaló hasta el Gobierno. La presión a Economía.

Los pleitos que enfrentan las industrias del cemento y la vivienda sobre el incremento en los precios de ambos negocios ya tuvo su escalada hasta el Gobierno Federal. Los vivienderos pidieron intervención de Ildefonso Guajardo y de Rosario Robles para que el Estado fije los precios del cemento. La respuesta del secretario de Economía habría sido  por la negativa. 

Guajardo está más cerca de creer que los vivienderos están buscando maximizar sus márgenes de ganancia que en ciertos casos llegarían al 100%. 

Cuando a comienzos de 2017, la Cámara Nacional del Cemento (Canacem) anunció un aumento de 15% al precio de su material para la construcción, otorgó el justificante perfecto para las vivienderas argumentar los altos precios que tienen en el mercado.

Pero los cementeros rechazan ser responsables del repunte en el precio de las viviendas. "No afecta el insumo a los precios, lo que sucede es que las vivienderas están llegando al 100% de sus ganancias y no se quieren bajar de ese nivel. Además, la gente está invirtiendo en bienes raíces antes que en otras opciones  y eso también infla los precios", explican fuentes cercanas al sector cementero.

El ejecutivo agrega que en los últimos años el precio del cemento estaba muy deprimido producto de la crisis del 2008 y que se fue recuperando en los últimos tiempos de acuerdo a la inflación. También señala que actualmente ese insumo no afecta de manera preponderante en el proceso de construcción de vivienda.

Tal fue el grado del desencuentro, que finalmente Cemex, la cementera más grande del país, rompió su relación con la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) y con la Cámara Nacional de la Industria de Desarrollo y Promoción de Vivienda (Canadevi)

En este panorama, las principales firmas de vivienda en Monterrey ya buscan una estrategia común de no comprar más cemento mexicano e importar el insumo desde Texas. No sería el primer caso en el país. En Yucatán, las empresas le compran a firmas cubanas y centroamericanas y en Baja California la importan desde California, Estados Unidos.

Pero la discusión escaló hasta Los Pinos, afectando principalmente a Ildefonso Guajardo que enfrenta la exigencia de los vivienderos de intervenir y regular el sector de la construcción, claro, a modo de que no pierdan sus rendimientos, una exigencia que molesta profundamente al titular de Economía. 

Y es que Guajardo es bien identificado por tener una visión que apuesta más al libre mercado. No es la primera vez que esta visión es cuestionada. Suele ocurrir algo similar en el reclamo de los acereros y la acusación de prácticas desleales por parte de su contraparte China.