Espionaje politico

Peña Nieto dijo que se siente espiado para enviarle un mensaje al gobierno de Trump

Los antecedentes del Wikileaks y Snowden. La pelea en el interior del staff de seguridad en Washington.

"Yo mismo me siento espiado en ocasiones, cuando me llegan conversaciones o mensajes a mi teléfono. Pero soy cuidadoso en todo lo que digo por teléfono". La frase de Enrique Peña Nieto de la semana pasada para salir al cruce del escándalo por el espionaje político revelado en The New York Times tiene una intencionalidad subterránea, muy lejana a la percepción esa que dice que busco mostrarse como una víctima.

Peña no quiso mostrarse débil, sino fuerte. Y el mensaje fue más para el extranjero que para la agenda doméstica. Esto es lo que se desprende las conversaciones en Los Pinos del jueves y el viernes, donde el presidente habló con mayor libertad. Especialmente hay que considerar lo mencionado en las primeras horas de ayer viernes, ante un grupo selecto de invitados.

El escándalo del NYT transportó al mandatario a los peores momentos del Wikileaks, antes de que fuera electo presidente, cuando esa organización clandestina dio a conocer los cables del Departamento de Estado donde se revelaban detalles de la vida del entonces candidato a la presidencia. Luego en 2013 llegó el caso Snowden donde se filtró como se espió desde EU a los altos mandos militares mexicanos, a funcionarios y a empresarios ligados al poder.

Con su confesión de que se sentía espiado, Peña Nieto quiso enviar un mensaje al gobierno de Estados Unidos. El presidente tiene muy presente el antecedente del espionaje que sufrió cuando era candidato y luego se filtró en Wikileaks.

Esos antecedentes son complejos para alguien cultivado en la cultura política de Atlacomulco que tiene al secreto en un lugar de centralidad. Cuando Peña dijo que lo espían hizo una referencia a esos casos que en su momento dispararon la paranoia en el circulo primario.

A esto se suma que el presidente está muy al tanto, y así se explica en la residencia oficial, del desorden que existe en este momento en los responsables de la seguridad de EU. 

El embajador Gerónimo Gutiérrez ha redactado  informes reveladores sobre la pelea entre James Mattis (jefe del Pentagono) y el procurador Jeff Sessions. Es la postal de una contienda en la clandestinidad del aparato de seguridad más potente del mundo y que hoy por hoy tiene como resultado que ni la CIA ni el FBI siguen la senda de las indicaciones del procurador que llegó a ese cargo por especial insistencia de Steve Bannon, el hombre más anti México (y anti Peña) del mundo Trump.

Steve Bannon es el funcionario más anti México y anti peña Nieto de la administración Trump.

En paralelo la trama de los nexos con Rusia en la campaña y el conflicto del FBI con el Ala Oeste de la Casa Blanca. Esa sensación de desgobierno sumada a la certeza de quién es la terminal de poder de Sessions alienta las teorías de que el espionaje sobre el gobierno mexicano se mantiene desde EU y que esta motivado por intereses muy concretos.