Debate

Los militares creen que ya están los votos para aprobar Seguridad Interior pero Peña frena la ley

Señalan a Videgaray como quien opera para que el Congreso no termine por votar la norma.

 "¿Por qué les interesa tanto la ley de Seguridad Interior?, ¿Qué les da que ahora no tengan?". La pregunta la formuló la embajadora de EU Roberta Jacobson ante un mando militar la semana pasada. La respuesta fue reveladora, al menos para la percepción de la sede diplomática: "es como un seguro legal para cuando las cosas se salen de control, eso  lo entienden todos, pero hay que terminar de convencer al presidente".

Un comentario audaz, por el momento y el contexto, pero que encierra muy bien el pensamiento de las Fuerzas Armadas sobre por qué la ley de Seguridad Interior no progresa en la esfera legislativa. Los militares conocen que los planetas están alineados en las bancadas del PAN y el PRI del Senado como para impulsar un periodo extraordinario pero que esto solo no sucede por la falta de una orden que debe llegar desde Los Pinos. De hecho, dos senadores del PAN ligados a Felipe Calderón visitaron personalmente al almirante Vidal Soberón para decirle que la demora en la reforma requerida no era responsabilidad de su partido.

En la bancada que comanda Emilio Gamboa el mensaje a los militares es que todavía existen algunos reparos internos, sobretodo en ciertos senadoras mujeres. Pero se trata de un argumento muy vago o al menos así lo expresó la senadora Cristina Díaz cuando la consultaron algunos de sus pares el pasado jueves.

El problema está en el entorno de Enrique Peña Nieto y concretamente en Luis Videgaray que no está convencido de cerrar el sexenio de las grandes reformas - que él se encargó de diseñar -,  haciendo que el Congreso vote la militarización del país. "Es decirle al mundo que vivimos en un estado de excepción", le dijo el canciller a su equipo antes de asistir a una cumbre regional en Miami.

Videgaray descarga la responsabilidad sobre los gobernadores por no haber logrado formar cuerpos de seguridad profesionales a pesar de haber contado con los recursos necesarios. "No puede ser que después de tanta inversión si hacemos pruebas de confianza cómo se debe 15 estados se quedan sin policías", es otra de las sentencias que suele expresar el canciller lejos de los micrófonos.

Y el presidente ha adoptado esas ideas, aún a pesar del hecho de que el ases Rodrigo Gallart le llevó una encuesta en mayo en la cual se expresa que tanto los sectores más favorecidos como los marginados abrazan la idea de ver militares custodiando la seguridad cotidiana, muy por encima de los policías.