El grupo financiero UBS plantea que de ganar AMLO, enfrentará tres grandes retos para llegar a un déficit cero

 Exactamente en una semana la gente del Estado de México saldrá a votar para elegir a su próximo gobernador. Los datos revelan una insólita reñida competencia para el PRI, que ve de reojo el avance de Morena. Los resultados serán determinantes para el 2018 y en ese escenario son innegables los chance para Andrés Manuel López Obrador, por lo que los principales grupos financieros empiezan a hacer los análisis.

Esta vez fue el caso del grupo financiero UBS, que plantea el escenario de un eventual triunfo del tabasqueño y hace un análisis de los retos que podría enfrentar, pero también con confianza en que de ganar, López Obrador respetará la propiedad privada y a las empreas, a pesar de que favorecerá un mayor papel para el Estado.

En su reporte Estado de México, AMLO y la elección presidencial del 2018 señaló que una victoria de Morena en la elección de gobernador del Estado de México (Edomex) el próximo 4 de junio "hará que López Obrador emerja como el favorito para ganar los comicios presidenciales de 2018".

Pero Rafael de la Fuente, Armando Armenta y Alan Alanis, autores de dicho análisis, son precavidos y recuerdan la pasada experiencia en 2016 cuando "perdió las elecciones por un margen estrecho. Además, los principales partidos políticos aún deben escoger a sus candidatos presidenciales y es posible que apuesten a ir en alianza".

A pesar de ser conscientes de que nada está escrito aún, planten el escenario de un eventual triunfo del líder de Morena y reconocen tres principales obstáculos para lograr sus objetivos en materia financiera.

Por ejemplo, para fortalecer las finanzas del Estado, UBS considera que los planes del candidato presidencial requerirán una nueva reforma tributaria, aunque el morenista cree que nuevos impuestos son innecesarios.

"Creemos que AMLO proporcionó evidencia de responsabilidad fiscal durante su gestión como jefe de Gobierno de la Ciudad de México entre 2000 y 2005", dijeron los autores del análisis.

La primera es la dificultad para una reducción del gasto aún más pronunciada pues ya hay compromisos y contratos establecidos, señalan los analistas del grupo financiero: "Los costos administrativos se encuentran ya bajo una considerable presión", agregan.

La segunda es que la recaudación de impuestos está entre las más bajas del mundo."Es difícil ver cómo una gran explosión en el gasto no iría de la mano con una nueva reforma tributaria", dijo el banco suizo.

Y la tercera, una ineficiencia tributaria en el IVA pues un incremento en este gravamen "siempre ha demostrado ser políticamente difícil", señaló.

Además, explican que las empresas han mostrado capacidad de adaptación a las condiciones que han delineado los diferentes partidos en el poder en los tres niveles de gobierno: municipal, estatal y federal.