Enojo en bunker de Josefina por la encuesta de El Financiero: creen que opera para Del Mazo
En México los sondeos entraron en una fase de desprestigio total. Nadie les cree, nadie se atreve a apostar por el resultado que vaticinan. Y sin embargo todos las miran. El Financiero publicó esta mañana un nuevo sondeo que despertó mucha polémica. Otra vez una guerra de encuestas.
El periódico publicó una llamativa encuesta, no tanto por el resultado político sino por la presentación de sus números: el estudio revela en letras muy pequeñas que hubo cerca de 28% de indecisos, pero elige proyectarlos con las tendencias de preferencias hacia los cuatro candidatos que pelear la elección.
De este modo, según El Financiero, Alfredo Del Mazo logra un 34%, contra un 29% de Delfina Gómez, un 19% de Juan Zepeda y un lacerante cuarto puesto de Josefina, con apenas 13%.
Hay que decirlo: no son los números que manejan en los cuartos de guerra de ninguno de los partidos. Por eso, generó cierto enojo entre los asesores de Vázquez Mota.
"No podríamos decir que esté mal hecho. Pero no son los números que manejamos nosotros y definitivamente no es lo que sucederá el 4 de junio", explicaron a La Política Online.
En el entorno de Josefina admiten que sus tracking siguen colocando a Del Mazo en primer lugar, pero con la panista y también Delfina muy cerca, dentro del margen de error, que no sobrepasa los 4 punto porcentuales. "El día de la elección será clave y todo lo definirán los indecisos", explicaron a este medio.
LPO había contado el entusiasmo que existe en los equipos de la maestra Delfina: sus encuestas -que no están publicando- dicen que ya están casi 5 puntos arriba de Del Mazo.
Un dato sí es elocuente: en los últimos días todos los discursos de Enrique Ochoa y de altos dirigentes del PRI se concentraron ya en la postulante de Morena, acaso confirmando de este modo que es la candidata que más les preocupa.
Como sea, es cierto que en los últimos comicios la mayoría de los sondeos han fallado de manera categórica. No hay otra salida: habrá que esperar al día de la elección para ver hacia dónde se vuelta el electorado.