Justicia

Rumor: impedido por casos que complican a Los Pinos, Cervantes amagó con dejar la PGR

No le ve sentido a seguir en el cargo si se apagan sus chances de ser fiscal general.

 La crisis por el robo de combustible llegó a la PGR. En las últimas horas Raúl Cervantes recibió múltiples datos de opositores a la conducción sindical de Pemex que señalan a esa formación como participe necesario en el robo de gasolina. El problema es que Carlos Romero Deschamps es un aliado estratégico del Gobierno y es muy difícil lograr un avance contra el gremialista. Así se lo explicaron y por eso el procurador comenzó a manejar en confiianza la posibilidad de una salida de su oficina.

Cervantes comienza a asimilar que ya es casi imposible que sea designado fiscal general. Su cercanía al entorno presidencial sumada a la inacción frente a casos sensibles (Ayotzinapa, Odebrecht y la corrupción de gobernadores del PRI) hace casi inviable que el panismo lo vote más allá de cualquier negociación posible. Su proyecto de continuidad tambalea.

La estridencia de los casos mencionados hace que resulte insuficiente la detención de Javier Duarte en Guatemala, la de Edgar Veytia en EU o  la de Tomás Yarrington en Italia. En todos los casos aparecen otros poderes judiciales y los reos lo son en otras geografías. Además en el caso de Duarte su esposa se encuentra llevando una vida apacible en Londres que se combina con una negociación por lo bajo con actores del Gobierno.

Desde ya cualquier opción de renuncia, como dicen en Los Pinos, resulta inviable porque en el contexto actual nadie del equipo de seguridad debería dejar su cargo. El problema es que si no es fiscal general Cervantes, no le ve sentido a seguir en el cargo.

La política ha frustrado esos horizontes. Los grandes casos tienen vasos comunicantes con el poder central y así como Emilio Lozoya (figura estelar del caso Odebrecht), es cercano a Enrique Ochoa, el ex gobernador de Nuevo León Rodrigo Medina está fuertemente protegido por Enrique Miranda Nava, entornista VIP del presidente.

Además Cervantes maneja otra opción: aprovechar sus contactos en PRI y PAN para buscar, a fines del 2018, un lugar en la Suprema Corte, algo que ya intentó en el pasado con más pena que gloria.