Voto 2017

Dudas en el PRI: sólo cinco gobernadores fueron a la última cumbre antes de las elecciones

Le vaciaron la reunión a Enrique Ochoa. Pavlovich, Moreira y Eruviel, las ausencias más cuestionadas.

 La especulación sobre un posible recambio en el nombre del Partido, el escenario de empate en el bastión de Edomex y el protagonismo excluyente de Grupo Atlacomulco en todas las decisiones cruciales de la administración  tuvieron ayer martes un efecto devastador en el último Consejo Político del PRI antes de las elecciones de junio: solo cinco gobernadores del tricolor respondieron la llamada.

Entre los ausentes más notables a la cita destacan Rubén Moreira (Coahuila), Claudia Pavlovich (Sonora), Quirino Ordáz (Sinaloa), Aristóteles Sandoval (Jalisco), Omar Fayad (Hidalgo), Ignacio Peralta (Colima) y, obviamente, Eruviel Avila del Edomex.

Las presencias fueron para Alejandro Moreno Cárdenas, de Campeche; Alejandro Murat Hinojosa, de Oaxaca; Héctor Astudillo, de Guerrero; Rolando Zapata Bello, de Yucatán, y Marco Antonio Mena, de Tlaxcala.

El saldo es negativo y expone como nunca la fractura que existe entre la dirigencia nacional y los gobernadores. Los tres gobernadores donde el PRI se juega su continuidad faltaron. Moreira está muy enemistado con Los Pinos por la elección de Miguel Riquelme como candidato, Eruviel no acepta que lo hayan marginado de las grandes decisiones en la campaña de Alfredo Del Mazo y a Roberto Sandoval directamente le pidieron que trate de no aparecer en el Consejo lo cual demuestra, una vez más, que su futuro inmediato - en lo judicial -, es oscuro.

A las peleas de campaña aparecen  internas estructurales. Pavlovich se referencia en Manlio Fabio Beltrones que en privado rechaza la idea del publicista presidencial Alejandro Quintero de cambiar el nombre del PRI, tal como ya reveló LPO.

Ignacio Peralta supo ser un gobernador muy cercano a Los Pinos pero la relación tuvo altibajos cuando hombres de su gobierno dieron el salto a Morena u a otras formaciones partidarias.

Aristóteles Sandoval también tiene posturas incendiarias sobre el Gobierno, en privado, y ya dedica una buena cantidad de tiempo a trabajar en la aspiración presidencial del panista Rafaél Moreno Valle.

Los conflictos de coyuntura se suman a otro de fondo: muy pocos de los gobernadores creen que Ochoa este a la altura de la situación actual. Especialmente porque sigue hablando del concepto "voto duro" del PRI que ya se ha vuelto muy relativo, como quedó en evidencia en 2016. 

  Los liderazgos que van por fuera de Los Pinos señalan que si el PRI tiene una estructura tan pujante y un voto dura tan fiel, es difícil entender que una candidata como Delfina Gómez, que no tiene ni la mitad de los recursos de Del Mazo, esté empatada en las encuestas con el candidato tricolor. Algo similar se puede señalar en Nayarit donde Cota pelea por no salir tercero o en Coahuila donde Riquelme está por debajo de Guillermo Anaya.

En realidad, al igual que ocurrió en 2016, el voto duro de poco sirve si los indecisos se movilizan masivamente a las casillas. Y el voto indeciso está cada vez más antisistema. Detalles que no aparecen en los discursos de Ochoa. En paralelo, aseguran, el dirigente nacional estaría manejando encuestas que distan de la realidad.