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Peña Nieto admitió que los índices de violencia crece y pidió ayuda a gobernadores

Participó en la Conago, donde Mancera asumió la presidencia. Lamentó la inseguridad. Los 30 mil asesinatos.

Los gobernadores firmaron un acuerdo compromiso para fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas en sus respectivas administraciones. Aprovecharon así el encuentro donde Graco Ramírez cedió formalmente la conducción de la Comisión Nacional de Gobernadores a Miguel Ángel Mancera.

Pero la nota fue otra. Allí estaba también Enrique Peña Nieto, que por primera vez expresó sin matices su preocupación por un nuevo repunte de la violencia en los lugares donde se había contenido. "Sobre el tema de la seguridad estamos todavía ausentes", sentenció.

"Las acciones que tomamos nos habían estado permitiendo una disminución gradual, pero consistente en la reducción de los índices de criminalidad. Pero 2017 nos presentó un desafío mayor", dijo. Admitió así que los índices de criminalidad en diversos estados "nuevamente empezaron a regresar a escenarios del pasado que no queremos que vuelvan".

"No podemos permitir que los esfuerzos que se habían logrado en el pasado reciente, en el que habíamos logrado ya lograr una tendencia a la baja en la criminalidad de distintos delitos que se cometían en esas entidades, nuevamente estén regresando", señaló el hombre de Atlacomulco.

Efectivamente, muchos especialistas encendieron las alarmas por el rebrote de los indices de criminalidad. En los primeros tres meses de 2017, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública reconoció que hubo 6,511 asesinatos. Por supuesto, se trata de la cifra oficial, sin contar las cifras "negras", es decir aquellos delitos que ni se denuncian.

Se obtiene así un promedio de unos 72 asesinatos por día. La proyección anual entonces asciende a unas 26,400 víctimas de homicidio doloso para 2017. Este cálculo se obtiene dando por cierto los reportes  del Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Pero los expertos en la materia marcan que, en rigor, estos resultados suelen estar subestimados en un 10% cuando se lo compara con los informes del INEGI. Ajustando esa diferencia, el número de víctimas podría ubicarse en un nivel muy cercano a 30 mil asesinatos.

En 2011, en el pico de la escalada de violencia del sexenio de Felipe Calderón, en plena guerra contra el narco, se acumularon 27,213 víctimas. Al menos esa es la cifra reportada. Quiere decir que 2017 podría finalizar en un nivel muy similar al peor momento de la violencia en el país. Eso explica la preocupación de Peña Nieto. 

El Presidente consideró que en la actualidad las "instituciones tradicionales se han puesto en duda" pero dijo que no puede decirse que "todo es bueno o todo es malo en México, ya que así como hay avances también hay rezagos".

"Lo importante es que le demos impulso real, actuemos como hemos protestado hacerlo, respetando la ley, pero realmente hagamos un esfuerzo permanente de reivindicar el valor que tienen las instituciones democráticas", concluyó.