Pemex

En el mercado creen que es difícil que firmas nacionales ganen licitaciones de ductos de Pemex

Apuntan a la falta de experiencia y de capacidad financiera. Analistas anticipan mayor inversión.

Luego de la atropellada primera licitación de ductos de Pemex, quedan todavía cuatro estructuras por asignar. La ganadora para las regiones de Sonora y Baja California fue la reconocida firma texana, Tesoro. Sin embargo, fuentes del mercado consultadas por LPO deslizan que es improbable que firmas mexicanas estén en condiciones de ser ganadoras.

El martes, el Gobierno pudo concretar la primera fase de las 5 licitaciones a las que convocará Pemex para ofertar su infraestructura de almacenamiento y transporte por ducto de petrolíferos, luego de un primer intento fallido por un error en la metodología, que provocó un retraso en el calendario.

No obstante eso el resultado fue positivo y la adjudicación del ducto en la zona de Sonora y Baja California se la llevó la prestigiosa empresa texana Tesoro, una firma que comenzó con una refinería en Alaska y ya integra el Forbes 100, bajo el liderazgo de Gregory J. Goff.

Se trata de la concesión de los sistemas de transportación de la petrolera de 267 mil barriles por día y alrededor de 959 mil barriles de capacidad en los sistemas de almacenamiento. El contrato firmado con Pemex es por tres años y las concesionarias deberán pagar una cifra acorde al combustible que transporten.

Tesoro podría de esta manera hacer más eficiente una operación de importación de combustible de Estados Unidos a México.

Para el sector, la licitación da una buena señal sobre la confianza que existe en el mercado y en Pemex. Al mismo tiempo, analistas advierten que este proyecto dejará fuera a las empresas mexicanas por dos factores: falta de experiencia y de capacidad financiera.

Trabajos en la refinería de Pemex de Tula, Hidalgo.

Arturo Carranza, especialista del sector del Instituto Nacional de Administración Pública (INAP) señaló a LPO que el perfil de las empresas que pueden participar en estas licitaciones es alto, "sobre todo a nivel operativo, de experiencia. Si tú te fijas, Tesoro es una empresa con grandes capacidades, simplemente lo ves porque cuenta con siete refinerías".

Para Ramsés Pech, director de Caravia y Asociados, la imposibilidad de las empresas mexicanas no tiene que ver tanto con la capacidad financiera como con la experiencia. "Nosotros estamos apenas abriendo nuestro mercado y las firmas mexicanas no tienen expertise. La inversión que se hace por los ductos en realidad es barata, porque ya es infraestructura instalada pero hace falta tener el conocimiento de cómo se va a mover ese mercado".

El problema es que esta apertura recién comienza y a las firmas mexicanas les falta expertise, no es un tema tanto de recursos como de conocimiento de como se mueve ese mercado, explica Ramsés Pech. 

Además, Pech apuntó a LPO que incluso para las empresas internacionales lo interesante de esta apertura a la infraestructura de Pemex es que, con una baja inversión, pueden entrar a un mercado nuevo, "podrán ver cómo funciona y si ven que les conviene, seguramente vendrán a hacer más inversiones", indicó.

Agregó que la falta de experiencia hace que las empresas mexicanas estén considerando que el mercado abierto no se basa en el almacenamiento sino en el volumen consumido.

"Entre más combustible consumes, requieres de más insumo y por tanto más almacenamiento", dice Pech, señalando que es un cálculo que sí hacen las firmas que operan en mercados como el estadounidense, donde el mercado abierto de los hidrocarburos es bien conocido.

Por ello, los analistas apuntan a que la participación de las firmas mexicanas en estas licitaciones sería menor: para Carranza estaría relegado al último proceso, el de transportación a las terminales de almacenamiento, en tanto que para Pech podrían ser participante mientras que subcontratarán a otra empresa con la experiencia necesaria.

La apertura de la infraestructura de Pemex tiene como fin abrir las posibilidades a nuevas empresas participantes en el mercado. Un negocio redondo, pues la petrolera concesiona su infraestructura ofreciendo el 20% de la capacidad.

La empresa ganadora podrá transportar y almacenar su hidrocarburo de una manera más rápida y barata que en barco, el único medio de transporte antes de poder tener acceso a esta infraestructura.

"Es un negocio muy redituable, porque hay que recordar que sólo habrá dos proveedores (Pemex y Tesoro) y para Tesoro sería más fácil poder vender su combustible", explicó Carranza.

Y para la firma que dirige José Antonio González Anaya, además del beneficio económico, podrá dedicarse más a su propia producción y a sus refinerías. Precisamente en su último reporte financiero, la petrolera mexicana aseguró que este año podrán dar mantenimiento a las refinerías Minatitlán, Madero y Cadereita y para el próximo año las otras.