Comercio Exterior

Guajardo podría sancionar a importadores de EU por $3,200 millones

La OMC dio la razón a México por el etiquetado de atún "Dolphin-Safe", reconoció afectaciones a productores mexicanos.

Casi diez años después de que la industria mexicana peleara por las reglas de etiquetado de atún, conocidas como "dolphin - safe", la Organización Mundial de Comercio (OMC) reconoció afectaciones a los productores mexicanos por 163 millones de dólares anuales.

La noticia es bien recibida por México, pues también se autorizó al país a ejercer sus derechos e imponer medidas de represalia a las importaciones procedentes de EE.UU., en tanto se demuestre que las medidas de ese país han sido establecidas de conformidad con sus obligaciones internacionales, explicó la Secretaría de Economía.

"México solicitará inmediatamente al Órgano de Solución de Diferencias de la OMC la autorización para suspender beneficios y, de manera paralela, iniciará los procedimientos internos necesarios para hacer efectiva dicha suspensión en contra de importaciones de productos procedentes de EE.UU", señaló la dependencia que comanda Ildefonso Guajardo.

Sin embargo, el fallo de la OMC no corresponde a las pretensiones de México, que había solicitado autorización para retirar beneficios arancelarios a una lista de productos importados de EU por un total de 472 millones de dólares, acorde con su estimación del prejuicio económico sufrido.

Desde 2008, México inició el procedimiento de solución de diferencias ante la OMC en contra de las reglas de etiquetado de atún "dolphin - safe", las cuales han impedido el comercio del atún mexicano de manera efectiva en el mercado estadounidense.

En respuesta, EU modificó dos veces sus normas sobre el etiquetado para la importación del atún, pero en ambas oportunidades México consideró que los cambios aplicados eran insuficiente y que las restricciones indebidas en su contra -incluidas documentación adicional y verificación de capturas- se mantenían.

Por ejemplo, en 2015 la OMC autorizó a México a aplicar represalias contra Estados Unidos si no modificaba este sistema de etiquetado, pues se acusaba que discriminaba importaciones de atún nacional y en 2016, fue la expansión de las reglas que regían para el atún mexicano al resto del mundo.

El conflicto está vivo desde los años ochentas. El dolphine safe, una etiqueta que tienen las conservas de atún para dar a entender que el pescado ha sido capturado sin dañar o matar delfines, sin embargo, el etiquetado fue negado a México, a pesar de que varias organizaciones internacionales avalaron que el país cumplía con las normas requeridas.

De tal forma, se obstaculizó de distintas formas la entrada del atún mexicano al mercado estadounidense desde 1980, primero por medio de embargos y luego con barreras no arancelarias, y ninguna de las grandes cadenas minoristas en Estados Unidos coloca latas de atún mexicano en sus anaqueles, argumentando que no porta el sello dolphin-safe.

Estados Unidos es el mayor importador de atún procesado del mundo. En el 2014, sus compras externas de este producto sumaron 1,062 millones de dólares, de las cuales únicamente 2.1% fueron originarias de México.