Cumbre

En Washington, Carstens promete bajar la inflación y anticipa una renegociación del TLC tensa

Asegura que si México es firme en su postura frente a EU se reducen los niveles de incertidumbre.

 No me pregunten cómo, pero regresaremos la inflación a la meta de 3%", aseguró el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial en Washigton.

"Nuestro papel en el banco es prevenir que no se transmita de manera generalizada la presión en precios relativos, de efectos de una sola vez, como la liberalización de precios de gasolinas, o los movimientos cambiarios", advirtió.

"En la Junta de Gobierno", agregó, "nos sentimos bastante satisfechos con los resultados logrados hasta ahora. Tenemos que convencer al mercado de que regresaremos a la meta y anclar las expectativas", y una pieza clave para lograrlo en un régimen de inflación por objetivos, como el que tiene México, es la credibilidad del banco central, aseveró.

En una conferencia organizada por el Brookings Institute, en paralelo a su participación en las Reuniones de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, explicó que desde el 2016, México tuvo que adelantarse a la dinámica de normalización de las tasas de la Reserva Federal (Fed), para enfrentar los retos propios que anticipaban para la inflación mexicana.

También fue cuestionado sobre la posible renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).

Enfatizó que hay grandes posibilidades en la revisión al TLCAN, pues en los 23 años que lleva vigente, muchas cosas han pasado. Una de ellas, a nivel mundial, la irrupción de China en la economía global.

Anticipó que podrían presentarse episodios de tensión en el mercado durante la renegociación, pero enfatizó que en la medida que se vaya construyendo el diálogo y definiendo las posiciones de las partes, habrá menor incertidumbre.

Sobre la volatilidad que ha impactado al tipo de cambio desde el resultado electoral, dijo que se ha ido corrigiendo conforme se ha reducido la incertidumbre, pero que no se puede suponer que es resultado de un cambio en la retórica de Estados Unidos.