Defensa

Empresarios quieren juntar a AMLO con un general de peso para aliviar las tensiones

Quieren armar un encuentro con Noé Sandoval de fuertes nexos con el poder económico.

 Crece el cabildeo de Andrés Manuel López Obrador entre los grandes capitales regiomontanos. Aunque hace meses parecía imposible, el líder de Morena ya tiene un grupo de hombres de negocios que lo apoyan y que ahora planifican cómo distender la relación entre AMLO y los militares luego de dos semanas en las cuáles la lógica fue que el Gobierno federal defiende a las fuerzas armadas frente a las crítica del candidato.

Cuando los interlocutores de Morena conversan con los empresarios les aseguran que el ex jefe de gobierno capitalino quiere profesionalizar las Fuerzas Armadas y que el primer paso es reforzar las pruebas de confianza y luego aumentar los sueldos. Ese mensaje no logró todavía superar los dichos de AMLO contra el Ejército en Washington. Los Pinos hizo el resto: ubicó a Morena como una fuerza política enemistada con los militares.

El plan es reunir a López Obrador con Noé Sandoval, general de división (retirado desde diciembre) que estuvo a cargo de la cuarta zona militar con sede en Monterrey, que luego fue promovido por Enrique Peña Nieto como subsecretario de defensa y que fue agregado militar en la embajada de Londres. Sandoval estuvo en Nuevo León en el auge de la violencia y es un militar condecorado y de fuerte predicamento entre los oficiales del Ejército y de la Marina, además de contar con fuertes nexos en EU.

Sandoval tiene fuertes conexiones con el empresariado regiomontano que controló la crisis de seguridad en el sexenio de Rodrigo Medina. El enlace para hacer la reunión sería Marcial Herrera, que fue secretario de Seguridad en San Pedro Garza García y cuyo hermano Enrique tiene una empresa de venta de vehículos blindados. Justamente, la relación entre ambos viene porque son coleccionistas de autos clásicos. Herrera además tiene pasión por las motos de alta cilindrada. 

La idea es convencer a Sandoval de que los militares, en un eventual gobierno de Morena, serán respetados y que sus salarios tendrán una mejora inmediata. A eso se agregará que Morena quiere votar la ley de Seguridad Nacional para regular el alcance de los actos de los uniformados. Una ley que está detenida por la bancada del PRI en San Lázaro.

Hace dos meses AMLO tuvo algunos encuentros con militares de alto rango, lo cual incluso fastidió a Peña Nieto, pero luego ese ben arranca se paralizó por los dichos del candidato sobre el Ejército y los Derechos Humanos.