Diplomacia

La presión contra Venezuela en la OEA, otro punto de choque entre Peña Nieto y el Vaticano

Videgaray se suma al bloque que pide un calendario electoral. La OEA podría actuar. La postura del Papa.

Mañana martes habrá una reunión extraordinaria en la OEA para analizar la situación en Venezuela. El gobierno mexicano se ha plegado a otros 13 países para instar al gobierno de Nicolás Maduro a formular un calendario electoral, liberar a los presos políticos y reconocer las decisiones de la Asamblea General.

Luis Videgaray ha sido uno de los protagonistas de este movimiento que puede terminar con la suspensión del país sudamericano en el organismo multilateral. Ese escenario le agregaría nuevos decibeles a la tensión entre Enrique Peña Nieto y el Vaticano. 

Tal como contó LPO, recientemente Francisco rechazó mostrarse con el presidente mexicano para dar una nueva de señal de apoyo en contra de las políticas migratorias de Donald Trump, que incluyen su muro en la frontera. Postergó un nuevo encuentro para fines de 2018, cuando Peña Nieto ya esté de salida.

A esto se suma que la Iglesia Católica en México es cada vez más critica de las reformas estructurales del actual sexenio. Y por supuesto, la mayor de las tensiones se generó con el ensayo de un giro progresista de EPN, cuando impulsó la legalización de la marihuana y el fallido intento por federalizar el matrimonio para personas de mismo sexo. 

En el caso Venezuela, el Papa tiene una postura más negociadora y no está de acuerdo con abrir una guerra política de frente contra Venezuela, que enfrentaría por supuesto a varios países de la región, según el corte ideológico de sus gobierno.

Francisco recibió en los últimos meses en dos ocasiones a Nicolás Maduro, a quien llamó a "emprender con coraje la vía del diálogo sincero y constructivo".El Sumo Pontífice ha incluido a Venezuela en su lista de asuntos en América Latina al igual que el caso de la paz en Colombia y la reapertura de Cuba para con EU. Con esa delicadeza quiere operar.

Además, el número dos del Papa, el cardenal Pietro Parolin, conoce bien la situación de Venezuela ya que, antes de ser designado secretario de Estado del Vaticano por Francisco, fue varios años nuncio apostólico (embajador) en ese país.

Bergoglio ha evitado reunirse con  miembros de la oposición para no importunar al Gobierno bolivariano. Al igual que sucedió durante la mediación entre los Gobiernos de Washington y La Habana, el Vaticano adoptó un perfil bajo que no siempre satisfizo a los sectores más beligerantes de cada lado.