Tensión entre Coahuila y Los Pinos: Moreira no quiere que una visita de EPN afecte a Riquelme

"La medición después del último acto masivo de Peña Nieto en Edomex dice que Del Mazo retrocedió y crecieron Josefina y Delfina. En este momento el presidente no levanta candidatos en todo caso puede afectarlos hacia la baja". Fue la sentencia que se escuchó el pasado jueves por la tarde en el comando de campaña de encabeza Rubén Moreira y que tiene por finalidad retener Coahuila para el PRI con Miguel Riquelme como abanderado.

Tal como contó LPO, la relación entre Moreira y el presidente no atraviesa su mejor momento porque en Los Pinos no aprobaron de antemano a Riquelme como candidato. La respuesta desde el centro es que casi no habrá recursos ni inauguraciones de la Federación en Coahuila. Todo se concentra en Edomex.

Ahora, en un nuevo giro de esa tensión, Moreira, que es el estratega de la campaña, cree que no es bueno que Peña Nieto haga actos en Coahuila porque puede complicar una elección que por ahora parece segura para el PRI. Un sondeo de El Financiero le otorgó hace una semana diez puntos de ventaja a Riquelme.

Existe otro factor que se menciona por lo bajo y es la buena relación de Peña Nieto con los Calderón.  Guillermo Anaya, abanderado panista es amigo del ex presidente y en el PRI de Coahuila creen que podría incluso haber un apoyo desde Los Pinos para Anaya y como reprimenda al clan Moreira. 

Este escenario sería preocupante porque a diferencia de Edomex donde Rafaél Moreno Valle opera para Alfredo Del Mazo, en la entidad norteña el poblano está con Anaya y apoya su campaña, o sea, el abanderado del PAN reúne tras su campaña a los tres aspirantes presidenciales de dicho partido: RMV, Margarita Zavala y Ricardo Anaya.

Es por esto que Moreira quiere a Peña Nieto lejos de la campaña porque teme que una serie de incursiones del presidente podría detonar una elección que por ahora avanza a paso firme. En esa contienda la corrupción es un tema central así como lo fue en Veracruz en 2016 y en Nuevo León en 2015. La presencia del mandatario sería contraproducente en ese aspecto porque envalentonaría a los rivales de Riquelme.