Trump vs. Obama

Republicanos en el Congreso buscaron darle un triunfo a Trump

El Comité de Inteligencia intentó validar los dichos de Trump sobre supuesto espionaje en su contra.

 Esta tarde el presidente del comité de inteligencia de la Asamblea de Representantes, el republicano Davin Nunes, otorgó una vitoria pírrica a Donald Trump y las acusaciones que el presidente hizo en Twitter hace tres semanas contra Barack Obama, quien, de acuerdo al primero, habría ordenado que espiaran sus comunicaciones en la Trump Tower después de la victoria electoral de noviembre. Al día de hoy la Casa Blanca no ha presentado ninguna evidencia.

Nunes declaró esta tarde a medios de comunicación que las acusaciones de Trump eran "posibles", una aseveración que desdice a lo que el director del FBI James Commey declaró el lunes ante el comité. "He visto reportes de inteligencia que claramente muestran que el [entonces] Presidente Electo y su equipo fueron por lo menos monitoreados". De acuerdo al congresista, este monitoreo no habría formado parte de la investigación que el FBI conduce desde el verano pasado sobre los posibles nexos del equipo Trump con Rusia, y que el director Commey confirmó el lunes durante su comparecencia.

Sin embargo, la vigilancia al equipo de Trump fue totalmente legal, ya que, de acuerdo al propio Nunes, se trató de una recolección incidental: "En mi opinión fue todo legalmente recolectado, pero es esencialmente mucha información sobre el presidente electo y su equipo de transición y sobre lo que estaban haciendo".

A pregunta expresa, Nunes reafirmó que Obama no intervinó los teléfonos de Trump: "eso nunca ocurrió".

Esto no evitó que Trump, durante un breve encuentro con reporteros en la Casa Blanca, asegurara que se sentía "reivindicado" por las declaraciones de Nunes: "Quiero decirte que sí [me siento reivindicado] de alguna manera. Aprecio mucho que hayan descubierto lo que descubrieron".

Las declaraciones ambiguas de Nunes podrían tratarse de un esfuerzo por parte de los republicanos en el Congreso de darle un pequeño triunfo a Trump, en vista que mañana será la votación de la vapuleada alternativa al Obamacare, que tiene remotas probabilidades de pasar el escrutinio del Senado. El fracaso del llamado Trumpcare, que dejaría sin seguro médico a quince millones de ciudadanos norteamericanos, sería el primer golpe legislativo para la joven administración.