Comey negó que Obama haya espiado a Trump y confirmó que investiga los nexos con Rusia
Fuerte golpe recibió esta mañana el presidente de Estados Unidos Donald Trump: el director del FBI, James B. Comey, y el titular de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), Michael Rogers, fueron convocados a comparecer ante el comité de inteligencia en la Asamblea de Representantes acerca de los posibles nexos entre la campaña Trump y agentes de inteligencia rusos.
También fueron interrogados sobre los inauditos alegatos que Trump hizo sobre Barack Obama. El presidente tuiteó hace dos semanas que Obama había intervenido sus comunicaciones cuando aún era candidato. Si bien Comey se negó a dar detalles sobre investigaciones en curso, en los dos temas centrales del interrogatorio asestó dos fuertes golpes contra Trump.
"El FBI, como parte de nuestra misión de contrainteligencia, está investigando los esfuerzos del gobierno ruso para interferir en la elección [...] cualquier nexo entre individuos asociados con la campaña Trump y el gobierno ruso"
El director del FBI aseguró que la política del buró es no discutir investigaciones en curso, "especialmente investigaciones que involucren materiales clasificados", dijo, y agregó: "Pero en circunstancias inusuales en que sean del interés público, puede ser apropiado hacerlo".
La última vez que Comey consideró que una investigación debía ser comentada públicamente fue en la recta final de la elección presidencial, cuando reveló que el FBI reabriría la investigación a los infames emails de Hillary Clinton, afectando duramente los índices de la entonces candidata presidencial. En aquel momento Trump estaba encantado con la actuación del director, a quien muchos demócratas responsabilizaron por la derrota de Clinton; su percepción quizás haya cambiado esta mañana.
"Esta es una de esas circunstancias", dijo Comey. "Estoy autorizado por el Departamento de Justicia a confirmar que el FBI, como parte de nuestra misión de contrainteligencia, está investigando los esfuerzos del gobierno ruso para interferir en la elección presidencial de 2016, y eso incluye investigar la naturaleza de cualquier nexo entre individuos asociados con la campaña Trump y el gobierno ruso, y si hubo coordinación entre la campaña y los esfuerzos rusos".
Con esa declaración Comey disipó las dudas sobre si en realidad había una investigación oficial respecto a posibles nexos entre Trump y agentes rusos, y que no se trataba únicamente de una teoría de la conspiración, como el presidente ha querido hacer creer en múltiples ocasiones.
De hecho, poco antes del testimonio de Comey, Trump volvió a hablar del asunto en su cuenta de Twitter, asegurando que era una historia inventada por los demócratas "como una excusa por tener una terrible campaña. ¡Tenían una gran ventaja en el Colegio Electoral y perdieron!".
Pero no fue el único golpe para el presidente. Más adelante, el congresista demócrata Adam Schiff cuestionó a Comey sobre los alegatos que Trump hizo contra Obama hace unas semanas desde Twitter. "Quiero comenzar por descartar las acusaciones hechas por el presidente sobre su predecesor, principalmente que el presidente Obama intervino sus teléfonos. Para ser precisos, quiero referirme exactamente a lo que el presidente dijo y preguntarle si usted cree que hay algo de verdad en ello".
Schiff leyó entonces los descabellados tuits de Trump sobre Obama. "Terrible. Me acabo de enterar que Obama intervino mis comunicaciones en la Trump Tower justo antes de la victoria. No encontró nada. Esto es McCartismo", citó el congresista.
Comey respondió: "Respecto a los tuits del presidente acerca de supuesto espionaje dirigido a él por la administración anterior, no cuento con información que soporte esos tuits y he investigado con atención dentro del FBI. El Departamento de Justicia me pidió que compartiera con ustedes que la respuesta es la misma para el Departamento de Justicia y todas sus áreas. El Departamento no tiene información que soporte esos tuits".
"¿Usted ha estado involucrado en mccartismo, director Comey?", cuestionó Schiff. "Me esfuerzo mucho en no caer en ningún ismo de ningún tipo, incluyendo mccartismo", respondió Comey.
El director también recalcó que, a pesar de lo que crea Trump, "ningún presidente puede ordenar espiar a un ciudadano de Estados Unidos"; y por si hiciera falta, también recalcó que el FBI no había solicitado a los servicios de inteligencia británicos espiar a Trump, como lo aseguró un opinador de la Fox News y luego lo replicó el Secretario de Prensa Sean Spicer.
El comité de Inteligencia de la Asamblea de Representantes
El congresista republicano Stewart cuestionó al directo sobre qué puede disparar una investigación de ese tipo. "Si me reúno con el embajador iraquí, ¿eso dispararía una investigación en mi contra?".
"No puedo responder hipotéticos", reviró el director. "¿Entonces me lo diría después de que inicie la investigación?", insistió el legislador. "No le diría nunca", respondió Comey sonriendo.
Schiff cuestionó a Comey sobre los métodos de los servicios rusos de inteligencia para comprometer a un funcionario extranjero. El llamado "libro de jugadas" de los rusos. Está la vía financiera; también pueden comprometer a un funcionario con información para manipularlo; la vía del romance; y por ultimo capturar información de un funcionario que lo comprometa de alguna manera, y con ella chantajearlo.