Migración

Primer Ministro irlandés: San Patricio era inmigrante

Enda Kenny, Primer Ministro de Irlanda, visitó EU y asistió a un almuerzo con Paul Ryan y Trump. Dio un discurso pro-migrante.

 Si bien la atención de los medios este fin de semana se la llevó la accidentada visita de la canciller alemana Angela Merkel, también el Primer Ministro irlandés dio de que hablar con su visita al presidente de Estados Unidos Donald Trump. Enda Kenny, un político irlandés de corte liberal moderado, fue invitado a visitar a Trump y a asistir al desayuno anual que el Presidente de la Asamblea de Representantes, Paul Ryan, ofrece todos los años el día de San Patricio, el santo patrono de Irlanda.

Mientras que Trump declaró que los lazos entre Irlanda y Estados Unidos serían "más estrechos que nunca" durante su administración, el mandatario europeo ofreció un mensaje de solidaridad para con los inmigrantes, y destacó la importancia de la migración para fortalecer Estados Unidos.

Trump también dijo que la gente de Irlanda y de Estados Unidos han estado juntos "en las buenas y en las malas". Destacó que durante muchos siglos los dos pueblos "han construido un lazo que sigue, inspira y resiste".

México siente un aprecio histórico poco conocido por Irlanda, y por su santo patrón, por la participación de un batallón formado por inmigrantes irlandeses que abandonaron al ejército estadounidense para unirse a las filas mexicanas durante la guerra de 1848.

El Primer Ministro irlandés declaró que el mismo San Patricio había sido un inmigrante, "y aunque es el santo patrón de Irlanda, para muchas personas alrededor del mundo es también un símbolo y patrón de los migrantes", dijo.

Y continuó: "Aquí en Estados Unidos, su gran país, 35 millones de personas claman herencia irlandesa, y los irlandeses han contribuido a la vida económica, social, política y cultural de este gran país durante los últimos 200 años. Irlanda vino a Estados Unidos porque, carentes de libertas, de oportunidad, de seguridad y hasta de comida, los irlandeses creyeron. Cuatro décadas antes de que la estatua de la libertad encendiera su luz, ya éramos los rechazados en la costa. Creímos en la protección de Estados Unidos, en la compasión, en la oportunidad. Vinimos y nos convertimos en americanos. Vivimos las palabras de John F. Kennedy antes de que él las pronunciara: nos preguntamos no lo que Estados Unidos podía hacer por nosotros, sino lo que nosotros podíamos hacer por Estados Unidos".

Durante su conferencia de prensa con Merkel, Trump declaró que la inmigración es un privilegio, no un derecho.