elecciones 2018

Análisis: ¿Cuánto puede durar el momentum de López Obrador?

Se acercan dirigentes de otros partidos y empresarios. ¿Por qué crece y qué podría derrumbarlo?

Andrés Manuel López Obrador vive una etapa política de cosecha. En un corto lapso, logró que miembros del PRD hayan manifestado abiertamente su apoyo a su candidatura presidencial, generó alianzas con empresarios e incluso con la Iglesia. Todo eso, mientras se mantiene firme en el tope de las encuestas. Sin dudas, vive su "momentum".

En política -como en los deportes- el resultado no está sellado hasta que termina la partida. No sería la primera vez que un candidato que se erige como líder absoluto en los meses previos, termina siendo sobrepasado por un caballo que arremete desde atrás. 

Pero, ¿por qué vive esta etapa de protagonismo absoluto? ¿Qué alcance real tiene? ¿Y cuánto tiempo aguantará arriba de esta ola? La Política Online conversó con analistas políticos y encuestadores para responder estos interrogantes. 

Según el analista Salvador Borrego, de Saba Consultores, lo que está ocurriendo con la imagen de López Obrador "es producto de los desaciertos del gobierno y de la imagen que proyecta hacia el electorado de proponer algo diferente". Y sobre todo, consideró que el gasolinazo fue el punto de inflexión: "Supo cómo capitalizar el descontento generalizado y allí sacó ventaja sobre Margarita".

Lo que debe cuidar es poder mantener este impulso hasta el día de la elección, porque estos momentums no suelen durar mucho. Días, semanas, quizás meses, no mucho más.

"Lo que debe cuidar es poder mantener este impulso hasta el día de la elección, porque estos momentums no suelen durar mucho. Días, semanas, quizás meses, no mucho más. Por eso debe aprovecharlo para ganar fortaleza real hasta el día de los comicios y no sólo en la sensación de la opinión pública", explicó el consultor en diálogo con LPO.

Para Borrego, el líder de Morena cuenta con un elemento que es al mismo tiempo un ventaja y una desventaja: ser el candidato a la presidencia más conocido. La mayoría de los sondeos marcan que tiene cerca del 95% de conocimiento. 

"La gente sabe quién es y además sabe que se postula a presidente. Pero cuando llegue el momento de la campaña, la gente va a conocer a otros candidatos y ahí se verá si tiene esta misma fuerza para mantener la atención entre los electores frente estas otras opciones", argumentó el director de Saba.

Andrés Manuel López Obrador, líder de Morena.

Todos los expertos recuerdan que una situación similar vivió en 2006, cuando también venía con una fuerte ventaja, que luego se achicó hasta el empate técnico. Por ese mismo motivo, en su equipo reconocen que "aprendió de sus errores" y ahora recibe a empresarios, además de mostrar un discurso menos agresivo con la prensa o con militantes de base de otros partidos.

"Comprendió que si no suma votantes indecisos de otros segmentos no puede ganar. No alcanza con sus seguidores más férreos. En 2006, el 20% de los panistas y el 22% de priistas lo apoyaban. Pero su terquedad ahuyentó a ese electorado potencial y lo dejó solo con sus fanáticos de siempre", concluyó Borrego.

Hay similitudes con 2006, pero también muchas diferencias. Ahora apostó fuerte a su alianza con el Grupo Salinas y Esteban Moctezuma. No son acuerdos transitorios. Son un dique de contención que nunca tuvo.

En opinión de Francisco Abundis, director de Parametría, AMLO no vive un "momentum" sino que ha ingresado en una fase superior, una suerte de tendencia. "Su ventaja en los sondeos se mantiene exponencialmente en el tiempo. Crecer por los desaciertos del Gobierno Federal y el descontento popular. Eso no va en retroceso sino todo lo contrario", dijo el encuestador en diálogo con LPO.  

Abundis afirmó que el mayor capital de López Obrador es la expectativa que generó Enrique Peña Nieto y que finalmente no cumplió. Y con una economía sumergida en la incertidumbre, la inseguridad que no baja y la creciente desconfianza hacia la clase política tradicional, el líder de Morena tiene más pista para correr.

El especialista adviertió que los saltos que están pegando liderazgos del PRD -y en menor medida también desde el PRI y PAN- hacia Morena, no tienen que ver con una convicción política sino con esta tendencia sostenida en los números: "Quieren entrar en ese barco para buscar posiciones de poder que ya no podrán tener en sus propios partidos". 

"Hay similitudes con 2006, pero también muchas diferencias. En esa campaña AMLO habló de un programa para incluir al empresariado. Pero ahora fue mucho más allá y apostó fuerte al cerrar una alianza con el Grupo Salinas y la incorporación de Esteban Moctezuma. Esas no son alianzas transitorias, sino estructurales, con un mensaje concreto. Son un verdadero dique de contención que antes no tenía", concluyó el director de Parametría.