Estados Unidos

Tillerson llegó a México y Videgaray esta vez no fue a recibirlo

El canciller mexicano, que había recibido al todavía candidato Donald Trump, esta vez decidió no acudir al aeropuerto.

Esta tarde aterrizaron en el hangar de la Sedena en la Ciudad de México Rex Tillerson, Secretario de Estado, y John Kelly, el Secretario de Seguridad Nacional, quienes durante dos días se reunirán con funcionarios federales, con el canciller Luis Videgaray y, el ultimo día, con el presidente Peña Nieto.

Llamó la atención que únicamente la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, asistió a recibir a los funcionarios del gobierno de Trump. Ni el canciller Luis Videgaray ni ningún otro miembro del gabinete se presentaron en el aeropuerto.

En cualquier otra administración la llegada del canciller estadounidense podría ser interpretada como una señal de unidad entre las dos naciones e interés por alcanzar consensos. Sin embargo, bajo el mandato de Trump las cosas ya no significan lo mismo. A tan sólo un mes de tomar posesión el flamante presidente ha dictado su agenda exterior de manera unilateral, utilizando su cuenta de Twitter y sus caóticas conferencias de prensa.

Llega un Tillerson debilitado. Al otrora todopoderoso CEO del gigante energético ExxonMobil, quien por cierto se retiró con la friolera de 180 millones de dólares como despedida, no se le ha visto cerca de Trump en las últimas semanas. El presidente suele rodearse por un íntimo grupo de asesores, encabezados por su yerno Jared Kushner, el impredecible exdirector de Breitbart Stephen Bannon, y el joven Stephen Miller, quien hace poco se estrenó como vocero no oficial del presidente en los programas políticos de la capital estadounidense.

La embajadora Jacobson recibió a Tillerson y a Kelly

Tillerson no pertenece a este grupo de yes men de Trump, y de hecho ha trascendido que el presidente no lo ha consultado en decisiones clave de política exterior, como la relación y declaraciones en torno al conflicto Israel-Palestina. De hecho, el rumor es que la política exterior con México ha sido fuertemente influenciada por Bannon, quien es identificado como anti-México.

La interrogante más seria es si Tillerson realmente tiene la autoridad o la influencia para negociar y hablar a nombre de un presidente que parece cambiar de decisión con base en lo que vio la noche anterior en los noticieros.

El canciller Videgaray enfatizó la tarde de hoy en conferencia de prensa que México no iba a aceptar a deportados de otros países: "Si el Gobierno de Estados Unidos insiste en enviar a México a personas que no son de nacionalidad mexicana, no tenemos porqué recibirlos".

Por su parte, Gabriela Cuevas, presidenta de la Comisión de relaciones exteriores en el Senado, demandó que el presidente Peña Nieto no reciba a los funcionarios en Los Pinos: "Deben sentarse no a nivel de Presidente de la República, sino a nivel de Secretarios". La panista también dijo que el Gobierno de México debía analizar si continuarán colaborado en temas migratorios y de seguridad con los Estados Unidos.

Tillerson y Jacobson

El líder del PRD en el Senado, Miguel Barbosa, fue aún más lejos, y demandó que ningún funcionario mexicano se reuniera con los enviados de Trump: "Ni el Presidente de la República ni ninguno de los servidores públicos de la Nación deben reunirse con representantes del Gobierno de Donald Trump cuando ya se ha dado la orden de iniciar deportaciones masivas y se han firmado órdenes ejecutivas para comenzar la construcción del muro fronterizo".

El secretario de prensa de Trump, Sean Spicer, ofreció durante su conferencia diaria un mensaje más conciliador respecto a la relación con México:

"Es significativo que el presidente esté enviando a los secretarios a México tan pronto. Es simbólico de la importante relación que nuestras dos naciones tienen".

Y más adelante agregó: "Estas son reuniones importantes respecto a la agenda del presidente de mejorar la calidad de vida tanto para la gente de México como de los Estados Unidos, combatiendo a los traficantes de drogas y encontrando formas de impulsar nuestras economías a través de una relación que promueva el comercio y la migración legal".