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Crece la división en el PRI de Nuevo León por la conducción del partido

Ante la posible salida de César Cavazos de la dirigencia estatal tres grupos ya están en carrera.

 En el PRI de Nuevo León ya se da como un hecho que César Cavazos dejará la dirigencia estatal para concretar su salto a la CTM. El único elemento que podría frenar ese movimiento es que Enrique Ochoa, ante una situación de fuerte confrontación interna, decida dejar todo como está ahora.

El primer anotado para reemplazar a Cavazos es Abel Guerra, que ya fue líder estatal y que es muy crítico de la gestión de Cavazos a la que considera falta de política y muy endeble en la meta de sancionar a Rodrigo Medina y a su grupo cercano. Guerra tiene una relación amena con el gobernador Jaime Rodríguez, fue clave en la embestida contra la CTM y su esposa Clara Luz Flores, alcaldesa de Escobedo, aparece como una de las políticas de mejor imagen en la entidad.

Quien también persigue la dirigencia es Héctor Gutiérrez de la Garza, que integra el staff de Aurelio Nuño y maneja un fondo millonario para infraestructura educativa en todo el país. Gutiérrez de la Garza apoyaría para el PRI a Raymundo Flores, hombre fuerte de Apodaca y que ya ha comenzado a cabildear para tal fin. Gutiérrez de la Garza, que es una figura amigable para el empresariado regiomontano, también es un crítico de Medina y pidió en reiteradas ocasiones que el partido no lo proteja frente a la avanzada judicial en su contra.

El ex senador Jorge Mendoza es otro candidato natural al PRI el problema de los últimos días es que se está haciendo cada vez más evidente el respaldo del grupo Salinas Pliego (donde reporta Mendoza) a la candidatura de Andrés Manuel López Obrador, algo que queda en evidencia tanto en los medios del conglomerado como en la presencia de Esteban Moctezuma en el equipo que coordina Alfonso Romo. Esa cercanía a Morena genera malestar y por eso los rivales de Mendoza lo quieren lejos del PRI.