Justicia

Medina opera para que el procurador del Bronco sea confirmado como fiscal de Nuevo León

Es un pedido de Osorio Chong que avala la gestión de Roberto Flores. El rol de Álvaro Ibarra y Karina Barrón.

 Cuando Rodrigo Medina era gobernador la llegada a Miguel Ángel Osorio Chong era directa. La crisis de seguridad que sacudió el estado cimentó un vinculo que ahora vuelve a terner un objetivo común: que el procurador Roberto Flores sea confirmado como fiscal general de Nuevo León. Desde hace una semana el diputado federal Álvaro Ibarra ha comenzado a comunicarles a ciertos diputados estatales del PRI que Flores debe ser apoyado.

El argumento más poderoso del diputado federal es que una salida de Flores generaría un limbo intermedio en el cual la inseguridad podría terminar de explotar. Hay una subtrama que Ibarra no comparte: que Flores sea fiscal será clave para el futuro del ex gobernador en materia judicial. El diputado ha buscado subir a esta maniobra al alcalde de Monterrey Adrián de la Garza pero este prefiere mantenerse distante.

En el Palacio de Cantera conocen esta situación y por eso desde el lunes  Bernardo González tiene casi el control absoluto de la Procuraduría. Curioso trayecto el de González, que primero era aliado de Fernando Elizondo y ahora reporta a Manuel González. Jaime Rodríguez ha quedado en el medio de un triángulo entre su procurador Flores y su operador político González. En este plano Elizondo y Ernesto Canales aparecen ya casi marginados.

Ahora el problema de peso será para los diputados. Hay múltiples acusaciones contra Flores y sin embargo ahora deberán aprobarlo. Desde la Federacion existen múltiples vías de seducción y no solo a los diputados del PRI, también a los del PAN. LA independiente Karina Barrón tendrá un rol en esta estrategia. Todo confluye en la misma terminal: la diputada trabaja para Rafaél Moreno Valle, gobernador de Puebla y de excelente trato con Osorio.