Voto 2018

El lanzamiento de Slim a la política divide a su familia y genera tensiones en el Grupo Carso

Su hijo Marco Antonio está en desacuerdo. Arturo Elías el más interesado. El límite de AMLO.

En diciembre del 2016 Felipe González, ex presidente de gobierno español y cabildero premium de Carlos Slim, comenzó a decir que ya era el momento de que el magnate ingrese a la política mexicana. En esa velada madrileña organizada por su amigo el empresario Jesús Barderas, González compartió su tesis: que Slim debe ser el abanderado de un frente amplio que incluya a los partidos mayoritarios.

Según el esquema, ante la imposibilidad de generar figuras que combinen lo taquillero con la capacidad PAN, PRD y PRI debían decantar por sumarse al magnate que por su dinero no será acusado de corrupto, que podrá lidiar por Donald Trump y que armará un gobierno de excelentes cuadros técnicos. Fantasía o realidad, Arturo Elías Ayub, poderoso yerno del magnate y mandamás de sus negocios, ha comenzado a repetir esa visión.

La conferencia de prensa de la semana pasada generó un terremoto en el círculo primario de uno de los hombres más ricos del globo. Sin embargo, ese horizonte de un Slim versión político que tanto atrae a Elías -quien ya se reúne para analizar ese plan con Juan Ramón de la Fuente- disgusta a otros familiares como Marco Antonio Slim, jefe máximo del Banco Inbursa. 

Marco Antonio no se anda con rodeos: exterioriza que la idea es inviable, que los conflictos de interés serían infinitos y que ahora que Carso es una corporación global con una imagen respetable -ya casi ni se asocia a la política-, una aventura de este tipo sería volver hacia atrás, a los lejanos 90 cuando la fortuna de Slim se vinculaba permanentemente a Carlos Salinas de Gortari.

De todos los herederos, Marco Antonio es quien más defiende el paradigma empresario y profesional. Banquero, acostumbrado a la competencia, fue incorporado al board global del fondo Black Rock donde su predicamento va en ascenso. Es además, como ya reveló LPO, quien organizó el grupo de profesionales de Ibursa que elaboran los documentos para explicarle a Trump las consecuencias de dinamitar la relación comercial con México.

La postura de Marco Antonio es la mayoritaria en el clan familiar donde ven un limite muy marcado al proyecto político dentro de México: Andrés Manuel López Obrador. La sola idea de que Slim sea expuesto como mandadero de la "mafia del poder", como campeón de la desigualdad y como adversario del "candidato de los pobres" aterra a una parte de la familia, que no quiere lidiar con el costado más duro de la política nacional.

Slim supo tener una buena relación con AMLO pero en el último tiempo se enfrió, cuando el billonario se cansó de la unilateralidad del jefe de Morena para decidir en la política y en otros aspectos. De hecho, gran parte de la tentación de una candidatura está alimentada por la idea de que a pesar del cambio discursivo, el tabasqueño sigue sin aprender la lección.