Voto 2018

El empresario Romo potencia el vínculo de AMLO con la agenda de la Iglesia Católica

El magnate que lidera el equipo de propuestas del tabasqueño tiene fuertes nexos en el clero.

 El rol del empresario regiomontano  Alfonso Romo como jefe del equipo técnico de Andrés Manuel López Obrador es funcional a objetivos que van más allá de la construcción del mensaje y de las propuestas del jefe de Morena.  El titular de a casa de Bolsa Vector tiene fuertes lazos con a Iglesia Católica que se suman al que ya ha establecido el tabasqueño con el nuncio Franco Coppola.

Durante el gobierno de Vicente Fox estaba todo dado para que el ex rector del Tec de Monterrey Rafaél Rangel Sostman sea designado secretario de Educación Pública. Romo utilizó sus influencias en el entorno de Fox para vetar esa posibilidad por una razón muy concreta: la esposa de Rangel es protestante y eso no era bien visto por la Iglesia en una cartera tan sensible para su agenda como la de Educación. Por eso el secretario terminó siendo el químico Reyes Tamez, que venía de la Universidad Autónoma de Nuevo León y que había colaborado con Rangel en un proyecto sobre tecnología aplicada a la educación.

El enlace del empresario con estos temas es principalmente su esposa Maca Garza Laguera, que estuvo durante años ligado a los Legionarios de Cristo.

Romo tiene excelentes relaciones en el clero en México y en el Vaticano. Su presencia en el equipo central de AMLO le agrega contactos en la curia al potencial candidato. El ex alcalde ya tiene acceso a un gran sector por su agenda social y de lucha contra la pobreza que es la misma que la del Papa Jorge Bergoglio. No fue casualidad que Coppola haya dichos antes de fin de año que el nivel de pobreza en el país "es una verguenza". 

López Obrador corresponde a esa buen trato de un modo muy visible: no emite opinión sobre el matrimonio homosexual, un tema que Enrique Peña Nieto eligió como bandera a mediados del año pasado, antes de que el PRI tuviera un desempeño negativo en las elecciones de los estados.

La Iglesia tiene prohibido involucrarse en política pero en el Gobierno ya conocen que en la actividad parroquial ha permeado un sentido muy crítico que se evidencia en diferentes celebraciones.