Petroleras

Trump revive oleoducto Keystone y complica los potenciales negocios de Pemex en EU

Canadá gana terreno y fortaleza. Clave antes de la negociación del TLC.

Como todas las acciones de Donald Trump, volvió a anotarse una controvertida decisión: revivir la construcción de los gasoductos Keystone XL -a cargo de TransCanada- y Dakota Access, mismos que habían sido suspendidos durante la administración de Obama.

Esto suma otra mala señal para México en la ya próxima negociación por el TLCAN, pues a pesar de sus acercamientos con Canadá para luchar juntos por su permanencia, esta negociación muestra claramente el posicionamiento canadiense, que ya había advertido que velaría por sus intereses.

En su momento, su antecesor en la Casa Blanca había dado revés a ambos proyecto ante las fuertes críticas de organizaciones ambientalistas y expertos, que alertaban los peligros ambientales que traería consigo; así como grupos indígenas en el caso de la de Dakota.

Entonces Barack Obama dijo que sólo daría luz verde si contaba con las garantías suficientes de que no contribuiría al cambio climático y después de una revisión por parte del Departamento de Estado, en noviembre de 2015 concluyó: “Keystone no sirve a los intereses de Estados Unidos”.

Pero en el mercado petrolero apostaba a que la canadiense no se quedaría con los brazos cruzados y buscaría luz verde de la nueva administración. Y efectivamente, el nuevo presidente de Estados Unidos firmó hoy dos órdenes ejecutivas para resucitar los polémicos proyectos.

Desde su campaña, aseguraba que con ello daría a la industria petrolera más libertad para expandir infraestructura, crear empleos y aliviar los cuellos de botella del transporte, aunque ahora dejó claro que se van a negociar los términos. 

El proyecto ya tenía más de cinco años negociándose para construir este oleoducto que recorrerá desde la ciudad de Harsity, del estado canadiense de Alberta y llegaría hasta Port Arthur, en Texas. Implica uno de los hitos más grandes para la vida petrolera de aquel país, con la promesa de cambiar su historia de suministro de hidrocarburos

Pemex perderá terreno

Para México el tema es de relevancia en tanto que volverá a generar dolores de cabeza a José Antonio González Anaya titular de Pemex. Y es que se trata de un mega proyecto canadiense que desbancaría aún más las exportaciones mexicanas a Estados Unidos, que ya de por sí eran una historia ya a la baja.

Cuando en noviembre de 2015 se deshechó el proyecto,  en el mercado petrolero consideraron que eso daría un respiro a la petrolera mexicana, pues su construcción implicaría el desplazamiento de la petrolera mexicana en Estados Unidos.

Y es que si bien México siempre ha sido un importante proveedor de crudo para Estados Unidos, los expertos señalaban que la presencia del sistema de ductos canadienses implicaría un tema que debería evaluarse con mucha seriedad, toda vez que transportaría crudo a lo largo de varios estados que tienen refinerías e industria petroquímica y que competería en precios.

Ello porque este tipo de ductos se considera una opción más económica para transportar crudo lo que podría poner en desventaja al hidrocarburo mexicano, utilizado como insumo en las refinerías de los estados de Texas y Louisiana.

“En este nuevo contexto Pemex deberá ver a quien vender crudo, ahora ya con una alianza fuerte con Canadá, incluso Estados Unidos podrá reducir su demanda a Arabia e Irán y con ello nuestro vecino del norte pondrá las condiciones en la compra” explicó a LPO el director de Caravia y Asociados, Ramsés Pech.