Nuevo león

Con la misteriosa muerte del constructor, el Bronco pierde un aliado de peso para 2018

La muerte del constructor Fernando Maíz golpea al entorno directo del gobernador.

Si bien los movimientos políticos de los empresarios regiomontanos siempre aparecen signados por una alta dosis de pragmatismo, el caso de Fernando Maiz - fallecido en un accidente de helicóptero -  combinaba ese rasgo pero con un gran convencimiento de que Jaime Rodríguez Calderón podía representar, como el lo explicaba, un cambio de paradigma en la arena política mexicana.

Recurría Maiz a un escrito de Carlos Salinas de Gortari en el cual el ex presidente señalaba que el futuro del PRI como partido estaba en encontrar candidatos que sean más producto de inquietudes ciudadanas que de grescas partidarias. El Bronco, decía Maiz, expresaba esencialmente el malestar con la política clásica. En ese mismo esquema le gustaba comparar al gobernador con el caso de Donald Trump en EU.

Organizaba reuniones de gabinete estatal en su casa de San Pedro Garza García y daba arengas sobre cómo debía ser la gestión. Siempre tuvo una relación ambivalente con el ala del gobierno que se identifica con Fernando Elizondo. También objetaba la cercanía de Fernando Turner a Morena. Destacaba en cambio a figuras como Roberto Russildi o Humberto Torres.

Tenía un rol central en el foro Cómo Vamos Nuevo León donde el gobernador y su gabinete contaron con un evidente blindaje de preguntas incómodas en su primera aparición de 2016. Se encontraba más a gusto en ese entorno de organizaciones ciudadanas que entre los grandes empresarios del estado que siempre lo vieron como un arribista.

Maiz era una pieza importante en el esquema del gobernador porque le aportaba disciplina y realidad a un dirigente que suele ser cambiante, que prefiere esquivar conflictos y que, a más de un año de su llegada al poder, todavía no le ha dado contenido a la idea de ser una figura del independentismo. Esa era una de las demandas habituales de Maiz:  generar un discurso sobre el independentismo que separara a al Bronco de su realidad inicial: la del candidato sin partido.