Trump Presidente

Shannon, un amigo de México que será clave en la transición inmediata

Manejaba el vínculo con Latam con Obama. Trump pidió que se quede.

En la helada noche de Washington DC, este miércoles los embajadores de la mayoría de los países de Latinoamérica mantuvieron una cena clave. En reserva, comieron con el todavía subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos Políticos, Thomas “Tom” Shannon.

Se trata de un viejo amigo de la región. Diplomático de carrera, republicano, ocupó altos cargos en las administraciones de George W. Bush y Barack Obama y siempre propició siempre propició una estrategia más sutil que el choque directo con los regímenes mas refractarios a Estados Unidos como la Cuba de los Castro, la Venezuela de Chávez y Maduro o la Argentina de Cristina.

En el caso de Argentina tuvo que intervenir en dos ocasiones para encarrilar las relaciones luego que volaran por el aire tras la Cumbre de las Américas de Mar del Plata, cuando Néstor Kirchner destrató a Bush hijo y luego del escándalo de la valija del venezolano Antonini Wilson.

Shannon fue cuatro años embajador en Brasil y ocupó posiciones en la sedes diplomáticas de Venezuela y Guatemala. En la reunión con los embajadores comentó que el equipo de transición de Trump pidió que siga en el cargo un tiempo hasta que terminen de completar todos los casilleros de la inmensa administración norteamericana. “Fue por aclamación, todos les pedimos que acepte y se quede”, le contó a LPO un diplomático al tanto de lo ocurrido en la cena.

Con Bush fue jefe del hemisferio sur del Departamento de Estado había reemplazado a Roger Noriega que era un halcón. Más moderado, trabó una gran amistad con el entorno de Fox y logró que el panista se enemistara con Cuba, que desde los años de Fidel Castro en el DF, había sido una gran aliada de México.

Sobre el final de ese sexenio, Shannon implementó el plan Iniciativa Merida, un fondo de 3500 millones de dólares para combatir al narco en México y Centroamérica.

El trato privilegiado del republicano con Fox no fue casual. En un contexto donde la centroizquierda gobernaba Chile, Argentina, Brasil, Venezuela, Uruguay y Bolivia, el panista era junto con Alvaro Uribe en Colombia, los únicos dos presdientes de corte más conservador.

Con Calderon convivió poco porque llegó Obama y lo mandó de embajador a Brasil, donde se quedó cuatro años.

Fue durante la gestión de Peña Nietrio, el año pasado, que Shannon regresó de Brasilia para sumir como subsecretario de Asuntos Políticos del Departamento de Estado. Fue él quien más impulso a Roberta Jacobson como embajadora de Estados Unidos ante México. Sin embargo la relación con Peña y su entorno era monitoreada directamente por Susan Rice, consejera de seguridad de la Casa Blanca, durnate la administración del demócrata. 

Shannon en cambio era el canal con la canciller Ruiz Massieu y en el ultimo tiempo había entablado una gran relación con Paulo Carreño King, subsecratrio para América del Norte de México.

La continuidad de Shannon no es una casualidad. Son más de 500 cargos los que requieren algún tipo de aval del Congreso y hasta ahora Trump presentó 29 candidatos. Por eso, este jueves por la noche a un día de la jura de Trump como presidente número 45 de los Estados Unidos, las distintas oficinas de los hombres del magnate que están definiendo la próxima administración eran un hervidero de reuniones y desfile de nombres.