Morelos

Graco mantendrá Mando Único en Cuernavaca y profundiza su guerra con Cuauhtémoc Blanco

Crónica de una relación “de la patada”. Ante la respuesta del Secretario de Gobierno: ¿cuauhteminhas o graquinhas?

Cualquiera que haya leído a Maquiavelo o a Gramci, o mínimo a Sun Tzu, sabe que el brazo legítimo de la violencia se despliega en los lugares que deben resguardarse o vigilarse, pero nadie resguarda o vigila un lugar si no está bajo su control. Esto viene haciendo Graco Ramírez desde 2014 y más tarde, en enero de este año, cuando a la fuerza tomó el mando en materia de seguridad de 15 municipios de Morelos, incluida Cuernavaca.

Tras el asesinato a sangre fría de la alcaldesa de Temixco, Gisela Mota, a manos de sicarios del grupo criminal Los Rojos, Graco pasó por encima de la autoridad del recién nombrado Cuauhtémoc Blanco y contando con el respaldo de Osorio Chong, Salvador Cienfuegos y Arely Gómez, hizo el anuncio formal de la implementación del modelo de Mando Único prácticamente en la mitad del estado donde el Sol Azteca ha perdido influencia frente al PRI.

“Es un golpe de estado en contra del ayuntamiento” de Cuernavaca, “¿entonces qué autoridad tengo yo?”, denunció esa ocasión un neófito alcalde en grilla política. Al mismo tiempo, Blanco Bravo responsabilizó al mismísimo gobernador Graco Ramírez “de cualquier cosa que le suceda a su persona, a su familia y a su equipo de trabajo”.

Esta acción unilateral del gobernador, tuvo como consecuencia que varios alcaldes de Morelos amenazaran con tomar jefaturas policiales para frenar a quienes se organizan alrededor de este nuevo modelo, porque los policías del Mando Único “son los que en verdad secuestran, levantan, cobran derecho de uso de piso y cuotas”, acusaron en ese momento los alcaldes, entre los que se encontraba Cuauhtémoc Blanco, ahora archienemigo de Graco Ramírez y de su hijastro, Rodrigo Gayosso.

A la cuauteminha le aplicamos la graquinha.

Con este boicot en puerta, Graco llegó a sugerir que detrás del exfutbolista no estaban empresarios coludidos con el Partido Socialdemócrata (como finalmente se ha confirmado), sino el narcotráfico, al tiempo que señalaba que la delincuencia es quien rechazaba el nuevo modelo policíaco en Cuernavaca a través de “actores sin experiencia política”, no la gente.

La guerra (y la paz)

Finalmente, en marzo de este año, luego de una exitosa negociación para el gobernador, Cuauhtémoc Blanco y el resto de alcaldes que se le habían sumado, fumaron la pipa de la paz y aceptaron la implementación del nuevo modelo policíaco. Graco se permitió entonces bromear al ex seleccionado nacional.

"Cuando ya se gobierna es una experiencia nueva para Cuauhtémoc, creo que él ha entendido las dificultades de la gobernabilidad y juntos podemos hacer las cosas mejor […]. A la cuauteminha le aplicamos la graquinha”, dijo el ahora presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.

Pero la paz no duró demasiado, la relación hace un par de meses volcó hacia lo grotesco. Con el Congreso de Morelos promoviendo un juicio político (que ha llegado a la SCJN) contra el goleador mexicano, quien además es acusado por sus mentores del Partido Socialdemócrata de no cumplir un contrato millonario, mientras Blanco Bravo amenaza que con el respaldo de la gente gobernará Morelos, y lo hará aunque tenga que declarar la independencia del municipio y convertirlo en un estado más de la república.

Hoy, ante el anuncio del todavía presidente municipal de que los policías del Mando Único se van de Cuernavaca por ayudar a desestabilizar su administración, el secretario de Gobierno de Morelos, Matías Quiroz, dio una conferencia de prensa explícitamente para aclarar el modelo despedido por la mañana mantendrá a la Policía Municipal de Cuernavaca en su lugar, sin importar lo que diga Blanco Bravo.

El futbolista es una broma populista contada para su diversión. Ahora que el chiste ya no es tan gracioso, en Morelos sólo vemos caras largas.

“Todos los elementos que intervienen en el mando o acciones operativas de las instituciones policiales y de Seguridad Pública de los municipios tienen la obligación de acatar las órdenes e instrucciones que directamente gira el Ejecutivo del Estado o a través la Comisión Estatal de Seguridad Pública indistintamente en términos de la normatividad vigente”, dijo Quiroz esta tarde a la prensa, ante el anuncio del presidente municipal de Cuernavaca.

Graco Ramírez, el Partido Socialdemócrata, el Congreso de Morelos, Rodrigo Gayosso, todo el que pueda y conozca del caso, se ha manifestado en contra de Cuauhtémoc Blanco, en una campaña mediática que no ha dado más resultados que los deseados. Lo que no reconoce ninguno de ellos es que el futbolista es una broma populista contada para su diversión. Ahora que el chiste ya no es tan gracioso, en Morelos sólo vemos caras largas.

Sin embargo, hay alguien que se lleva la joya de la corona de las caras largas: cuando eres un viejo político de la izquierda dura y el presidente de la Conago, y tu principal enemigo es una celebridad sin más méritos que pegarle a un balón, quizá valdría la pena volver a los manuales de Mao o a Pasajes de la guerra revolucionaria, antes que internar ganar sólo a base de “graquinhas”.